El PP busca con sondeos internos vencer a Carmena y «testar» a Garrido

El presidente popular Pablo Casado quiere tener candidatos al Ayuntamiento madrileño y al Gobierno regional en otoño; para ello, prevé testar qué figuras suman votos, y en qué combinaciones resultan más sugerentes al electorado. Todo, con un ojo puesto en Manuela Carmena : de su decisión de continuar o no al frente de la candidatura municipal va a depender no sólo la persona elegida, sino su género o edad.

El PP tiene clavada la espina de haber perdido la capital en 2015 . Aunque Aguirre obtuvo 40.000 votos más que la candidatura que gobierna, la de Ahora Madrid, el apoyo del PSOE convirtió a Carmena en alcaldesa. Con apenas 9.000 votos más, el PP hubiera conseguido otro concejal y habría podido pactar con Cs –tal y como ocurrió en la Comunidad–.

En la región, de hecho, aunque se perdió medio millón de votos respecto a los anteriores comicios, Cifuentes logró escaños suficientes para, con el apoyo de la formación naranja , poder gobernar. Aunque toda la legislatura el PP la ha pasado en el filo de la navaja, con un solo escaño de diferencia respecto al tándem PSOE-Podemos.

Quién encabece la lista del PP a la Alcaldía de Madrid es, de momento, un misterio. En los mentideros populares se habla cada vez más y mejor de su actual portavoz, José Luis Martínez-Almeida , un hombre joven, formado y preparado con cuya labor de oposición están contentos en Génova. Su gran hándicap es que no se le conoce.

En cuanto a la Comunidad, Ángel Garrido pelea por su oportunidad, tras asumir –a la marcha de Cifuentes– el año que resta de Gobierno autonómico. Aunque demostró poca «puntería política» durante la elección de nuevo líder en su partido –en las primarias se decantó por Cospedal y en el congreso por Sáenz de Santamaría–, el presidente regional sabe que éste es su momento; tal vez el único que tenga.

Los populares parecen recuperar la confianza en sí mismos, tras años complicados donde el lastre de la corrupción les ha cortado las alas. Viven en plena efervescencia renovadora –especialmente las jóvenes generaciones– y observan con optimismo la evolución política, con su rival ideológico, Ciudadanos, «desinflándose por momentos», como expresaba un alto cargo autonómico.

Saben que el PSOE, sin embargo, ganará fuerza, por el efecto de arrastre de votos que siempre tiene el partido en el Gobierno. Pero no les incomoda: lo ven como una vuelta al bipartidismo que imperaba antes de la aparición de los nuevos partidos que, durante unos años, se han convertido en la pesadilla de las formaciones clásicas, a las que han forzado a mover sus posiciones y han sacado claramente de su zona de confort.

Para el vicesecretario de Organización y Electoral del PP de Madrid, Alfonso Serrano , el panorama no pinta mal: «Llevamos 30 años ganando todas las elecciones en Madrid; estamos convencidos de que vamos a ganar las siguientes». No aventura con quién de candidato porque «eso lo decidirá la dirección nacional», pero augura movimientos «a la vuelta del verano».

De hecho, afirma, «nosotros ya hemos empezado a hacer análisis electoral, y en la vicesecretaría de Estudios y Programas ya trabajan en propuestas» para las elecciones.

Niega que las diferencias de criterios sostenidas en el interior del PP de Madrid para la elección de su nuevo líder hayan dividido o creado brechas en la formación: «La estructura se ha mantenido neutral, aunque algunos apoyaban a un candidato y otros nos decantábamos por otros». Ahora, «todos estamos a la orden de Pablo Casado, que además fue el más votado en la Comunidad de Madrid».

Serrano cree que el mayor esfuerzo hay que hacerlo para recuperar el Ayuntamiento, porque «la teoría dice que es más fácil mantener que recuperar». Está convencido de que «si nos va bien en el Ayuntamiento, nos irá mejor en la Comunidad». Para esta última ya tienen dos rivales oficiales: Ángel Gabilondo (PSOE) e Íñigo Errejón (Podemos).