Vox plantea hoy sus mínimos para apoyar un gobierno regional

Si ayer fue el portavoz parlamentario de la formación, Iván Espinosa de los Monteros, el encargado de dar un golpe sobre la mesa –anunciando la ruptura del pacto con el PP en el Ayuntamiento de Madrid, entre otros, por los «incumplimientos» de los populares–, hoy será Rocío Monasterio quien explique qué medidas de programa exigen a Díaz Ayuso para apoyarla con sus 12 votos en la investidura.

La candidata popular sigue haciendo girar los discos chinos y tratando de equilibrar a dos socios tan imprescindibles ambos como aparentemente incompatibles en su trato. Respecto al documento que hoy le propondrá Vox, Díaz Ayuso cree que «hay que analizarlo y ver cómo transaccionarlo , si en algo no estamos de acuerdo», pero siempre «buscando el punto de entendimiento» entre «los tres» que «seguro que lo encontramos».

La candidata a presidenta reconoce que las negociaciones «son difíciles, y hay días buenos y malos», y aunque no lo dijo, es probable que el de ayer lo englobe en estos segundos . Sobre todo cuando Espinosa de los Monteros no descartó la posibilidad de apoyar una investidura de Ángel Gabilondo porque «no votamos nombres, sino programas».

En su entorno recuerdan que hubo conversaciones con Vox este mes pero éstas se interrumpieron, dicen, de forma «unilateral» por la formación de Monasterio. Lo cierto es que el mismo día 11 de junio, en las horas previas a la constitución de la Asamblea, hubo encuentros contrarreloj para un acuerdo que, de hecho, cerró sus últimos flecos minutos antes de que se votaran los miembros de la Mesa. Vox, pese a su bisoñez en cuestiones políticas, mantuvo la presión hasta el final y así consiguió hacerse con uno de los puestos de la Mesa, la vicepresidencia tercera que hoy ocupa el diputado de Vox José Ignacio Arias.

El tercero en discordia, Ciudadanos, mantiene inamovible su posición de no querer compartir gobierno con Vox. Ignacio Aguado denunciaba ayer las «intrigas palaciegas» del PP que le han llevado a firmar «acuerdos incompatibles» que comprometen con Cs ejecutivos sólo con miembros de estos dos partidos, y con Vox hacerles hueco en esos mismos gobiernos. «Firman una cosa y la contraria, porque nosotros no queremos tripartitos», aseguraba ayer. Prefieren, de hecho, un gobierno en minoría de PP y Cs . Pero para conseguirlo, hace falta el apoyo de Vox o no tendrán suficientes votos: el reglamento de la Asamblea tener más papeletas a favor que en contra del candidato, y sin Vox, populares y naranjas sólo tienen 56, frente a los 57 de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos.

Mientras, el reloj sigue corriendo: la Asamblea se constituyó el 11 de junio, por lo que su presidente, Juan Trinidad (Cs) tiene de plazo hasta el 2 de julio para designar un candidato a la investidura –si lo hubiera– y fijar una fecha para el pleno. Eso deja, a día de hoy, cinco días hábiles de margen para hacer la ronda de contactos con los portavoces de los seis grupos políticos, y anunciar su decisión. «Queda tiempo», insisten en su entorno.

Por su parte, en el PSOE continúan «tratando de aglutinar apoyos», en torno a Ángel Gabilondo . IU Madrid –que se presentó con Unidas Podemos y Anticapitalistas– le planteaba ayer sus líneas rojas programáticas –aún pendientes de pasar este sábado por su Asamblea Política–: Ley de Vivienda, Ley de Suelo y Ley de Juego; «revertir el modelo educativo desigual» y apostar por la escuela pública, o extender Madrid Central al resto de la capital