Pinchazo de la marcha atea y del enésimo «Yo no pago»

En ninguna de las dos protestas se registraron incidentes destacable, en parte, gracias a la fuerte presencia policial desplegada en el centro.

La primera de ellas fue la concentración del «Yo no pago», que comenzó frente a la salida de la estación de Cercanías en la Puerta del Sol. La protesta convocó a apenas un centenar de asistentes, sobre todo jóvenes indignados, que proliferaron gritos contra políticos y policías.

En esta ocasión, no hubo intento de adentrarse en la estación de Metro sin pagar el correspondiente billete y de forma masiva. Al no poder acceder al Metro por la cúpula de Cercanías, los manifestantes se dirigieron al resto de accesos a la estación de Sol, pero la presencia policial impidió que cumplieran su objetivo. Después, se trasladaron hasta la estación de Ópera, que también estaba tomada por los agentes policiales. En Gran Vía, los agentes han realizado numerosas identificaciones.

Casi a la vez comenzaba la «procesión atea», en la que participaron unas 200 personas, sobre todo jubilados republicanos. La marcha, que discurrió por el barrio de Lavapiés, contaba con dos pasos simulados. Durante la manifestación se corearon gritos contra los «privilegios» de las Iglesias.