Pacientes no Covid en Madrid: la pandemia congela el seguimiento a enfermos crónicos
El cuidado de personas con dolencias distintas del coronavirus se ha difuminado en Atención Primaria y en los hospitales
Sara Medialdea
Los datos oficiales de las listas de espera de la consejería de Sanidad reflejan datos sorprendentes:comparando la cifra de septiembre de 2020 con la de 2019, se observa que el número de pacientes en espera ha disminuido, mientras que el tiempo medio ... de demora ha crecido.
En espera quirúrgica se registran 74.311 personas (frente a las 80.013 de septiembre de 2019), y una demora media de 68,73 días, mientras que el año pasado eran 53,73.
En cuanto a las pruebas diagnósticas, los pacientes en espera eran en septiembre, según la estadística, 113.307, y doce meses antes, 140.342. En este caso, también la espera es ahora mayor:65,95 días de media frente a los 51,68 de septiembre de 2019. En la de consultas externas (con especialistas), hay 262.765 pacientes, cuando el año pasado eran casi el doble, 442.328. La demora media está en 48,30 días, y antes eran 42,60.
En Amyts advierten que los pacientes «no salen en las listas porque no se les está viendo, y por tanto tampoco se les piden pruebas ni cirugías» . CC.OO., directamente, no se cree los datos. «La gente sigue esperando que les llamen. Renuevan las citas, y ponen el contador a cero».
Meses en la sombra
María Pilar (nombre ficticio) sufrió dos ictus en el año 2019, con una distancia de seis meses entre ambos. Sorprendentemente, desde el inicio de la pandemia no la han visto ni su médico de familia ni su enfermera del Centro de Salud. «Ni tomarme la tensión», se lamenta. No es el único caso. Pepe ha llegado a los 90 años con una salud de hierro, pero es hipertenso y tiene varios «stents» coronarios. Sin embargo, desde el confinamiento de marzo, no ha visto tampoco a su médico generalista –sólo han contactado una vez por teléfono para conocer los resultados de una analítica– ni a su enfermera.
La factura del Covid-19 está siendo durísima en muertes y contagiados , pero también está exigiendo un esfuerzo brutal al personal sanitario. Pero hay otro colectivo damnificado a causa del coronavirus: el del resto de pacientes, los «no Covid», que o bien han desarrollado alguna dolencia en estos últimos meses –agravada, en ocasiones, por la tardanza en haber acudido al médico o al hospital–, o son enfermos crónicos que necesitan un seguimiento continuado que ahora se ha visto, si no desaparecido, sí muy mermado.
Tanto los centros hospitalarios como los de Atención Primaria llevan meses sufriendo índices de presión asistencial que en algunas épocas han sido insoportables . Si al final de la primera ola la intensidad bajó en los hospitales, permitiendo un respiro a sus profesionales, en Atención Primaria todavía no han podido tomar aire . De hecho, desde la desescalada, fue la Atención Primaria la que asumió la mayor carga de trabajo, al ser la encargada de la localización y seguimiento de los nuevos contagiados, los rastreos y la realización de las PCR.
Desde el inicio de la pandemia, la atención domiciliaria desde los centros de Atención Primaria –vía telefónica– ha superado cualquier previsión: se acercan ya a los 500.000 madrileños los que han tenido este tipo de vigilancia sanitaria desde marzo.
Y mientras el grueso de los esfuerzos se ha ido a tratar a los casos de coronavirus, los «otros» pacientes, y sobre todo las personas mayores con patologías previas y necesidad de atención médica periódica, se han chocado de frente con el colapso .
«Estamos generando la segunda pandemia: la de los pacientes no tratados en tiempo y forma de sus dolencias», diagnostica el doctor Julián Ezquerra, del sindicato AMYTS . En Atención Primaria, pone el acento en esos pacientes «diabéticos, obesos, hipertensos, a los que no se están haciendo seguimiento salvo, si acaso, el telefónico. Se está dejando a un lado a los pacientes que tienen otra problemática».
Miedo a urgencias
No es menos grave lo que sucede en los hospitales, donde «por miedo al contagio, están llegando pacientes con infartos sobrepasados, con ictus sobrepasados, o con apendicitis muy avanzadas». Yeso significa que sus tratamientos se complican y sus patologías tienen peor pronóstico.
Para solucionar este problema, Ezquerra cree que haría falta «buscar mecanismos mediante un aumento de personal que dote de forma suficiente las plantillas». Y también estableciendo «dos circuitos claros» en las instalaciones sanitarias, con zonas Covid y zonas «no Covid» , algo que ahora «en Atención Primaria al menos es imposible por las carencias de personal».
A su criterio, es importante «intentar normalizar la actividad sanitaria a todos estos pacientes» que tienen patologías diferentes al Covid, pero también precisan de atención médica. Y«cuando afloje la crisis sanitaria», exige, «habrá que hacer un gran esfuerzo en recuperar» ese tiempo en el que se ha desatendido a estos enfermos. Un final, el de la pandemia, sobre el que Ezquerra no es optimista: «Porque no hay tratamiento eficaz, de momento, y para la vacuna, falta tiempo para poder contar con una que sea eficaz para poner a millones de ciudadanos».
Derivar a peor
El análisis de los problemas a que se enfrentan los paciente «no Covid» es prácticamente idéntico a ojos de Mariano Martín Maestro, portavoz de Sanidad de CC.OO., para quien «la desatención a este colectivo es tremenda». De acuerdo con sus datos, «la asistencia a patologías crónicas, consultas... no existe;se está viendo lo urgente y poco más».
Una situación, la falta de vigilancia y tratamiento de las patologías crónicas o las de nueva aparición , que «perjudica la situaciónde los pacientes». Recuerda que muchos enfermos crónicos, y otros con problemas de salud, ven éstos agravados por estar sin control médico «durante meses». Advierte Martín Maestro que «si no hay un seguimiento real de enfermedades», como está ocurriendo ahora, «pueden empeorar las condiciones de salud, y en meses vemos que esas patologías puedan derivar a peor».
Amyts: «A los crónicos apenas se les da atención por teléfono; y a urgencias se va tarde, por miedo»
La situación en Atención Primaria, recuerda, es especialmente mala porque este nivel asistencial está sobresaturado a causa de la atención de los pacientes Covid, localización de nuevos casos y realización de PCR y test de antígenos. Por eso, explica el portavoz de CC.OO., «no se está haciendo el seguimiento del paciente crónico», porque no llegan . «Llevan meses pidiendo desde Atención Primaria una doble vía, una para enfermos con coronavirus y otro para el resto de pacientes».
Pero esto no es posible porque no hay, indica, una dotación suficiente de plantillas. De hecho, denuncia, «Ayuso no ha cumplido el acuerdo a que llegamos en mayo:que se renovaran los contratos a 10.000 profesionales sanitarios que habían trabajado durante la primera ola de la pandemia». A día de hoy, de acuerdo con sus datos, «faltan aún por contratar más de 3.000» .
No ayuda en nada a la situación que los 37 servicios de urgencias de Atención Primaria (SUAP), repartidos en barrios, dejaran de funcionar en marzo, al inicio de la pandemia, y no hayan vuelto a abrir sus puertas. «Eso lleva a la gente a las urgencias de los hospitales, que se colapsan», advierte.
El Covid se «come» todo
En la actualidad, coincide Julián Ordóñez, portavoz de Sanidad de UGT, el Covid se «come» todos los recursos . «Las UCI tienen un 40 por ciento de sus camas dedicadas a pacientes con coronavirus, y eso supone que el resto de enfermos que las necesitan tienen menos disponibilidad». Y lo mismo ocurre con las camas de hospitalización: las ocupadas por pacientes con coronavirus rondan el 20 por ciento del total, según sus datos, «cuando lo normal cualquier otro año sería que las infecciones respiratorias ocuparan un 5-6 por ciento de las plazas hospitalarias».
En Atención Primaria, advierte, «se está trabajando como nunca, pero no se da más de si». Y donde no se llega es a la atención a pacientes crónicos: «A sus complicaciones; cuando todo esto acabe, habrá que abrir una reflexión, pero no sólo en lo que causó el Covid, sino en lo que ha influido en el resto de pacientes», señala.
La valoración del sindicato MATS no difiere: «La ocupación de las camas hospitalarias y de las UCIs por pacientes Covid muestra el enorme impacto que tiene la pandemia para atender otros problemas de salud », señala en su último informe el Observatorio Actuar Covid.
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