Juicio por una agresión sexual en grupo: «No soy compartible con nadie»

El Ministerio Público solicita para cada uno de los procesados, que están en libertad con cargos, una pena de 15 años de prisión, seguidos de otros seis de libertad vigilada y una orden de alejamiento de la víctima de menos de 500 metros, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio escrito, visual, verbal o por vía informática o telemática tres lustros.

La Sección 29 de este tribunal juzgará durante dos días a los tres jóvenes: Ricardo A. M., Martín Á. F. y Miguel Ángel C. O. Según el relato de la Fiscalía los acusados concertaron un encuentro con la joven a través de un compañero de clase que finalmente no acudió a la cita. La víctima se lo reprochó en un WhatsApp: «Me dejas sola con tus hermanos mayores; ellos son un tanto pesados».

El escrito de conclusiones provisionales agrega que, hacia la una y veinte de la madrugada, « de común acuerdo y con ánimo de satisfacer sus más libidinosos instintos », llevaron a la chica a una casa del pueblo y una vez allí, uno de los acusados, Ricardo A. M., con quien había mantenido relaciones sexuales esporádicas hasta enero, la llevó al dormitorio, donde comenzó a besarla y a desvestirla de cintura para arriba. Luego, le dijo que se quitara «eso», en alusión al sujetador.

Acto seguido, según la Fiscalía, irrumpieron en la habitación los otros dos acusados, Miguel Ángel C.O., y Martín A.F.. El primero de ellos le dijo la joven que «compartiera un poco», a lo que esta replicó que «no era compartible con nadie». Entonces, Ricardo le dijo que el que «sus hermanos la probaran implicaba que le darían o no el visto bueno para su relación».

Aunque ella, nerviosa, reiteró su negativa a mantener relaciones sexuales con los acusados, Martín comenzó a acariciarla mientras Miguel Ángel se desnudaba. Martín, siempre según el escrito, la arrastró desde la cama hacia el órgano sexual de su compañero para que le hiciera una felación. «No hagas esperar a mi hermanito», le indicó. Ante la intimidación y el temor a que pudieran agredirla entre los tres, la muchacha optó por obedecer, mientras este trataba de violarla analmente, sin lograrlo, ya que ella apretaba las nalgas. « Cuanto más te resistas, más tardaremos en satisfacernos y en dejarte marchar», le decían.

Ante la oposición de la víctima, Ricardo la metió en el cuarto de baño, momento en el que ella le pidió que la llevara a su casa. «No puedo dejar así a mis hermanos», fue la respuesta. Coaccionada, le tuvo que realizar una felación . Luego, a Martín, quien se introdujo en el aseo e intentó de nuevo violarla vía anal para obligarla a practicarle sexo oral. Por último, la joven tuvo que repetir de nuevo la acción con Miguel Ángel.

Como consecuencia de la agresión, la víctima sufre ansiedad compatible con un cuadro de estrés postraumático en remisión parcial compatible con los hechos encausados. El Ministerio Público pide, además, 30.000 euros de indemnización solidaria.