Estaciones vacías en las últimas horas antes del cierre perimetral: «Viajamos solos»
Las aglomeraciones brillaron por su ausencia en los trenes y el aeropuerto
A. S. Moya
Eva apura las horas muertas a las puertas de la estación de Chamartín. El tren, destino Pontevedra, será su último trayecto de una jornada maratoniana. Por la mañana aterrizaba en el aeropuerto de Barajas procedente de Munich, la ciudad alemana en la que trabaja. Y ... lo hacía provista de una prueba PCR negativa, única formalidad, a menos de un día de activarse el cierre perimetral. Desde hoy, solo podrán viajar fuera de la región aquellos que justifiquen los desplazamientos, ya sea por motivos laborales, citas médicas u otra razones de fuerza mayor. «Me voy a Galicia porque soy de allí», justifica Eva. La coincidencia, con la última jornada de libertad de movimientos, «es mera casualidad». Como ella, apenas un puñado de pasajeros se dejaba ver en la terminal: «Hay mucha menos gente que otras veces». La picaresca, esta vez, no camina sobre raíles.
Beatriz espera paciente al sol con la maleta entre las piernas. Al igual que Eva, tampoco parece darle importancia al hecho de viajar un día antes del citado cerrojazo. «Me voy a Segovia», señala, de vuelta a casa por Semana Santa. A caballo entre su ciudad natal y la capital, esta estudiante universitaria tiene claro que las restricciones deberían afectar a todos: «Me parece mal que a los extranjeros se les permita venir por ocio y a los que vivimos aquí no. O todos o ninguno». La sensación de los pocos usuarios que esta tarde desfilaban por la estación era idéntica. «Viajamos solos», incide la mayoría, sin explayarse demasiado en las medidas decretadas por el Gobierno central.
«¿A dónde voy? A mi comunidad, no es relevante decir cuál», remarca otro pasajero, entre la incredulidad y la desconfianza. Lo cierto es que nadie parece tener prisa por marcharse al filo del nuevo cierre, en una liturgia, a tenor de la sensación de hastío, más que asimilada por los madrileños. La tónica se repite en el resto de estaciones, lejos de la actividad registrada en tiempos prepandémicos.
Controles disuasorios
Desde el inicio de los cierres perimetrales, una máxima se ha extendido entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: dado el vasto territorio a vigilar, los controles tienen su razón de ser en su propio carácter disuasorio. Ello no evita que sean establecidos, principalmente, en puntos estratégicos. Entre otros, estaciones de tren y autobuses, principales carreteras de entrada y salida y el aeropuerto de Barajas. Circunstancia que este jueves no parecía importar a una ciudad aún lejos de poder alcanzar la playa.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete