Fue el 4 de diciembre cuando se produjo la llamada de auxilio, y los agentes activaron en ese momento la operación Caldera. El entramado lo confomaban siete mujeres y un hombre, sin antecedentes, encabezados por la 'madame' y su marido, ella paraguaya y él español. Residían en un piso de Usera. concretamente en un bajo, y en los dos colindantes tenían las habitaciones donde esclavizaban a estas pobres chicas. Incluso las grababan en los cuartos.
En un principio, las mujeres prostituidas llegaron allí para ejercer voluntariamente, pues desde la pandemia el sexo de pago ha ido despareciendo paulatinamente de las calles y en lugares cerrados se sienten más protegidas. Las tres víctimas son dos españolas y una extranjera , precisan fuentes del caso.
Lo que no esperaban era que las tuvieran 'trabajando' las 24 horas del día ni que las obligaran a consumir drogas; pero también a que se las suministraran a los clientes, entre los que había menores de edad, según explicó la denunciante.
Sus cancerberas eran otras mujeres, entre las que se encuentran dos colombianas, dos ecuatorianas y una venezolana. La 'madame' era realmente quien hacía y deshacía en el entramado, distribuía la caja y la droga que debían tomar y vender a los hombres que acudían a vejarlas.
Alijo de drogas
Se les ha detenido por delitoso relacionados contra la prostitución, pero también contra la salud pública: los agentes se han incautado de pastillas estimulantes y contra la disfunción eréctil, alcohol y tabaco que también dispensaban en loso narco-prostíbulos, así como de cocaína, 'cristal' y antibióticos. Se ha constatado que las obligaban a hacerse fotos desnudas para anunciarlas en internet.
Las tres mujeres liberadas son mayores de edad y el único varón arrestado es el marido de la 'madame', el español.
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