Cuenta atrás para el adiós del Vicente Calderón: las obras comenzarán en un año

La autorización de la Junta de Gobierno abre ahora un periodo de alegaciones, que será el paso previo a la aprobación provisional del Consistorio y su consiguiente envío a la Comunidad de Madrid. Fuentes municipales avanzan que estos trámites se alargarán entre nueve y doce meses. La ejecución posterior, con un trabajo coordinado entre la demolición del estadio, el cubrimiento de la M-30 y la urbanización del espacio, generará un nuevo planeamiento en los 200.000 metros cuadrados del ámbito.

Las zonas verdes de uso público son uno de los grandes activos del renovado plan, que corrige al aprobado en 2009 por el Gobierno del PP y que fue tumbado por la Justicia hace dos años. La zona que actualmente ocupa el Vicente Calderón será una gran explanada, que se insertará en Madrid Río. Igualmente, el espacio de la M-30 se incluirá en este corredor verde, con el soterramiento de la vía de circunvalación. La continuidad con Madrid Río se formaliza con un área ajardinada entre el colegio de Tomás Bretón y la plaza de Francisco Morano.

La diferencia fundamental respecto a la propuesta inicial es la considerable reducción de la edificabilidad . «Se sustituyen las torres por manzanas cerradas y alturas medias, más integradas en el entorno histórico», explicó la portavoz, Rita Maestre . El proyecto, que prevé alturas de entre ocho y doce alturas como máximo, cuenta con una edificabilidad total de 174.050 metros cuadrados , frente a los 175.365 del plan original. Establece como uso cualificado característico el residencial, con un 10 por ciento para uso terciario.

Como adelantó ABC, el denominado como plan Mahou-Calderón añadirá nuevos usos dotacionales al barrio, enclavado en el distrito de Arganzuela. La propuesta, consensuada por el Atlético de Madrid , el Ayuntamiento y las entidades vecinales, cuenta con dos nuevos espacios: un polideportivo , que será utilizado por el IES Gran Capitán, y un centro de mayores. Estos extremos se han incluido como respuesta a las demandas de las asociaciones de padres del instituto del Gran Capitán y el colegio de Tomás Bretón.