La ausencia de pistas lleva a la búsqueda de María Piedad en Bosque Sur

Han sido seis meses escudriñando entre toneladas de residuos, que no han arrojado luz alguna sobre este misterioso caso. Sólo han aparecido restos de animales , jamones, calaveras de la Facultad de Medicina y pertenencias que no tenían nada que ver con la chica.

Como ya adelantó ABC en vísperas de primer aniversario de la desaparición de María Piedad, la Guardia Civil descubrió algunas gotas de sangre cerca del cauce del río Guadarrama . La zona fue peinada por activa y por pasiva, incluso se realizaron catas sobre el terreno, además de un rastreo sin precedentes en las márgenes y caudal del río. Pero nada.

Con esos mimbres, el Instituto Armado quiere regresar pronto a Bosque Sur, una zona que ya se peinó por primera vez a los pocos días de la desaparición, pero que entraña una importancia capital en el caso. Si en la zona del río Guadarrama la triangulación de los dos teléfonos móviles de la ex pareja de María (y más que probable culpable de su desaparición) y del de la propia víctima señalaban que estuvieron allí algo más de una hora; en Bosque Sur (Fuenlabrada), fue donde dejó de emitir señal el teléfono de la mujer .

Una nueva trangulación de los repetidores de telefonía móvil, realizada por la UCO de la Guardia Civil , es mucho más concreta y acota el círculo sobre ese terreno, un erial enmarcado entre la M-50, la senda de la Pollina y la avenida de la Hispanidad de Fuenlabrada.

Lo que aún no ha trascendido es cómo se realizará la nueva búsqueda. Por ejemplo, si habrá catas como en el río , algo que está aún en el aire; lo que parece claro es que no se utilizará georradar, por lo poco útil que puede ser para un caso como éste.

María Piedad García Revuelta tenía 30 años cuando la madrugada del 12 de diciembre de 2010 desapareció. Había asistido a una cena de Navidad de su empresa junto a su ex y encargado de mantenimiento, Javier Sánchez-Toledo . Accedió a que él la llevara a casa, sobre las cinco de la madrugada. Pero nada más se supo de ella.

Aunque Javier, con quien tiene un hijo en común María, negó saber nada de lo ocurrido, tres días después apareció ahorcado de un poste eléctrico en San Lorenzo de El Escorial. No dejó nota de suicidio, ni ninguna indicación sobre lo que ocurrió aquella madrugada prenavideña.