No había muchos invitados esta vez en la tribuna del Congreso. Era día grande, pero no para sacar pecho. Al menos, para la mayoría. Entre el puñado de personalidades que siguieron el debate desde las alturas estaba Oriol Junqueras, presidente de ERC e ... indultado por sus delitos en el 'procés', quien lamentó al término de la sesión que la ley de amnistía no hubiera salido finalmente adelante por los votos en contra de Junts.
«Era una buena ley, no la que hubiera hecho ERC, pero era una buena ley en el contexto en el que estamos. Una ley que garantizaba la mayoría necesaria y una ley robusta para superar las prejudiciales en Europa y los filtros del Tribunal Constitucional», explicó el político ante los medios.
Palabras que evitaron en todo momento cargar tintas contra los dirigentes de Junts. Perfil bajo. De hecho, Junqueras repitió una y otra vez la necesidad de construir una ley «robusta» que no caiga ante el examen de Europa. Obsesión que desdeña lo que pudieran pensar los tribunales españoles y se centra en la «opinión de Europa».
«Esta propuesta cumplía estas condiciones y por lo tanto servía para garantizar el fin de la injusticia para centenares de personas en Cataluña. Personas que son inocentes. Ahora nos encontramos en un escenario en el que deberemos seguir trabajando para garantizar una ley sólida, robusta que no tenga el peligro de caer ante el primer escollo», dijo Junqueras, sin entrar a valorar si lo que propone Junts pasaría esos filtros de Europa.
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