La inmigración le estalla al Gobierno en el Congreso: «No hacen nada, muchas palabras y pocos hechos»

Varios grupos políticos han escogido el tema de la inmigración para la sesión de control al Gobierno celebrada en el pleno de la Cámara Baja, la primera que ha contado con la presencia de Pedro Sánchez tras el descanso estival (en la anterior el presidente se encontraba de viaje oficial en China).

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha sido el primero en reprochar al jefe del Ejecutivo su política migratoria, denunciando el dinero invertido por el Gobierno en la acogida y atención de las personas que llegan ilegalmente a España. «Dinero que no sobra a los españoles», ha defendido Abascal.

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El presidente de Vox ha mantenido en el Parlamento su discurso de rechazo frontal a la inmigración ilegal y ha avisado de que su partido hará de ello bandera en todas las instituciones en las que está presente. Para las personas en situación irregular, ha defendido, solo hay que destinar fondos para «pagarles el billete de vuelta a sus países de origen» o comprarles vuelos a Bruselas, «donde viven las élites».

Como es habitual, Sánchez ha rechazado de plano este discurso de Vox: «Le sobran insultos y le faltan ideas, le sobra xenofobia y le falta humanidad», ha censurado a Abascal. El presidente ha aprovechado además para meter al PP en el mismo saco que Vox respecto a «ocurrencias y xenofobia» con la inmigración, un argumento que han utilizado después también varios de sus ministros.

Ha sido el caso, por ejemplo, de la vicepresidenta primera María Jesús Montero, que ha acusado a «la derecha y la ultraderecha» de haber escogido la inmigración como «campo de batalla» para «el populismo, las falsas noticias y la criminalización» de las personas migrantes.

En cambio, Montero no ha querido aclarar qué sucedió en una reunión celebrada este verano entre el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, desvelada por el dirigente popular semanas más tarde y de la que asegura que salió un principio de acuerdo que después no ha sido cumplido por el Gobierno.

«Es un Gobierno incompetente, prepotente e insolvente. No hacen nada. Muchas palabras y muy pocos hechos», ha lamentado Tellado acusando al Ejecutivo de «amenazar y chantajear» a las comunidades autónomas y «dar la espalda» a Canarias.

Montero no ha dicho nada de ese encuentro, pero en cambio ha aprovechado para echar en cara al PP su rechazo a la reforma de la ley de extranjería tumbado por el Congreso en el mes de julio, igual que ha hecho poco después el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, cuando la también diputada del PP Sofía Acedo le ha acusado de inacción ante la llegada masiva de personas a las costas españolas ante la «desprotección» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El ministro del Interior ha sacado pecho asegurando que la inmigración irregular está «perfectamente gestionada» por el Gobierno y el problema lo representan los menores que llegan solos a España. «Es su negativa aceptar la solidaridad lo que les lleva utilizar la inmigración de forma torticera», ha acusado al PP.

Cuando ha llegado su turno, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha repetido los argumentos del Ejecutivo ensalzando la cooperación con los países de origen, los valores europeos y los acuerdos para promover una migración ordenada y "circular". Un término, el de circular, despreciado por el diputado de Vox Carlos Flores: "¿De verdad cree que Mauritania va a enviar cientos de miles de trabajadores cualificados a España que después van a volver a su país?".

A falta de concreciones, Albares ha sido muy duro con el partido liderado por Santiago Abascal, al que ha exigido que no haga "demagogia con el sufrimiento humano" ni proponga ideas "peregrinas" como el uso de las Fuerzas Armadas para frenar las llegadas irregulares o las deportaciones masivas.

El ministro sí ha reconocido que no existe "una varita mágica" para abordar el fenómeno y se ha resignado a que habrá personas que seguirán queriendo salir de África mientras su frontera con España sea la más desigual del planeta. "Es un fenómeno muy serio, no engañen a los españoles", ha pedido a Vox.

También ha preguntado por inmigración el diputado de Junts Josep María Cruset, aunque en su caso para reivindicar el traspaso de competencias a Cataluña. Marlaska ha recordado que el control de fronteras y de los flujos migratorios es competencia exclusiva del Estado, pero sí hay otras cuestiones relacionadas que podrían ser susceptibles de traspaso tras una negociación entre administraciones.

«Si no cumplen con Junts, ustedes no tendrán lo que necesitan, nuestros siete votos», ha avisado el diputado catalán en una nueva amenaza a la estabilidad parlamentaria de Pedro Sánchez, que Junts ya demostró ayer impidiendo la tramitación de una ley de Sumar para regular el alquiler de temporada.