González y Rajoy cargan contra la batalla fiscal: «No disparemos como el ejército de Pancho Villa»
Ambos exdirigentes coinciden en que España camina hacia un modelo impositivo tipo «Frankenstein»
El socialista pide unos nuevos pactos de La Moncloa que incluyan a agentes sociales, políticos y sociedad civil, pero el popular no lo ve factible
Isla de la Toja (Pontevedra)
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Iniciar sesiónEn medio de un ambiente político absolutamente crispado, en el que el diálogo entre el Gobierno y el principal partido de la oposición ha desaparecido, los expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy han vuelto a demostrar este viernes en el Foro La Toja que no ... solo se llevan bien sino que son capaces de ponerse de acuerdo en temas tan peliagudos como la batalla fiscal que enfrenta al Ejército con las comunidades y a las autonomías entre sí. «No disparemos como el ejército de Pancho Villa, cada uno por un lado», pidió el exdirigente del PSOE mientras el popular advirtió que «estamos caminando hacia un modelo fiscal Frankenstein», arrancando el asentimiento del primero.
Ambos han mantenido este viernes un ya habitual cara a cara en el citado espacio de diálogo. Este año, moderada por la periodista Anabel Díez, su conversación ha girado en torno a la invasión rusa de Ucrania y las consecuencias económicas y políticas que se están derivando de la misma. Pero la actualidad española terminó entrando con fuerza en el debate, a cuenta de la batalla fiscal. Rajoy cargó con gran dureza contra el Gobierno socialista, al que acusó de actuar con demagogia y populismo después de que Andalucía anunciara la bonificación del Impuesto al Patrimonio y «al día siguiente» Hacienda reaccionara con un impuesto a los ricos para anularla. «Así no se puede gobernar, así es muy difícil generar confianza», cargó.
El expresidente recordó que no existe un problema de recaudación en España porque el Estado está ingresando más que nunca por la subida de la inflación, la subida de los impuestos y la llegada de fondos europeos y advirtió a Pedro Sánchez de que la guerra fiscal «no conduce a ningún sitio» y coloca al país en una «situación de tensión». Según el popular «darles tortazos» a unas cuantas empresas y personas que tienen patrimonio es un tema «muy fuerte» que no solo carece de «sentido» sino que daña «mucho» la credibilidad de España y del propio Gobierno. «Me preocupa resucitar el viejo debate de ricos y pobres y eso es muy peligroso», advirtió durante la conversación, . «Ponemos a Perón y a Robin Hood en el Gobierno y ya hemos cuadrado el círculo», cuestionó, avisando de que los gobiernos «no pueden jugar a dividir a la gente» sino «sumar» y «fijar un objetivo claro».
Este ha sido uno de los puntos que ha permitido distender la charla ya que González ha tirado de guasa para afear que Rajoy defendiera a Génova, y éste ha replicado que «cuando el PP lo hace bien, tengo que decirlo». «Aunque sea un hecho excepcional», remarcó González. «Hay excepciones que confirman la regla», zanjó el popular, entre las risas del auditorio.
Sánchez, sin respaldo
A diferencia de ese alineamiento que Rajoy mostró con su partido, González no hizo lo mismo. El expresidente socialista -que hace un año intervenía en el 40 congreso de su partido en lo que parecía un acercamiento a Sánchez-, no salió en defensa del Gobierno ante los ataques de Rajoy y lanzó varias críticas a Moncloa.
Entre el público se encontraba el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, al que González quiso pedirle perdón a la vista de lo sucedido. «No se me ocurrió que íbamos a introducir competencias entre las comunidades porque mi mentalidad era armonizar a nivel europeo», confesó. González dio otro toque de atención a Sánchez al subrayar que el modelo fiscal español se ha deteriorado «por el paso del tiempo» y es necesario revisarlo «en su conjunto». Una idea que el jefe del Ejecutivo ha desechado. El único punto en el que se pudo ver coincidencia en la posición de González y la del Gobierno fue en el bloqueo judicial. El expresidente socialista remarcó ante el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, allí presente, que primero debe cumplirse la ley -renovar los órganos- y luego reformarse.
Además de coincidir en el marco fiscal, tanto Rajoy como González ofrecieron su receta ante una inflación desbocada a la que ningún experto se atreve a anticipar un techo. Para el socialista, un pacto de rentas se queda corto y es necesario reeditar los acuerdos de La Moncloa, buscando el concierto de sindicatos, patronal, clase política y sociedad civil. «Falta como nunca sentarse en una mesa» cargó. En el mismo escenario, pocas horas antes, Núñez Feijóo había denunciado la ausencia de diálogo con el Gobierno.
Gran acuerdo
González fue muy claro al apretar en favor de reeditar los pactos de La Moncloa. «O nos ajustamos o nos ajustan», vaticinó. «Y si nos ajustamos es mejor ajustarnos equitativamente repartiendo las cargas», subrayó. En esta idea coincidió Rajoy: «o repartimos los costes de la inflación entre todos o vamos a tener un problema», avisó, anticipando que «las huelgas de antes pueden ser una broma» con las que pueden desencadenarse.
No obstante, dejó ver su escepticismo respecto a que sea posible ese gran acuerdo y remó a favor de un pacto de rentas, mostrando su disconformidad con la subida salarial a los funcionarios y la próxima alza de las pensiones. «Un pacto de rentas no es dejar fuera a 13 ó 14 millones que dependen del Estado», apuntó. Lamentablemente, Rajoy y González también estuvieron de acuerdo en que las perspectivas de futuro son borrosas: «la incertidumbre es lo único cierto de lo que estamos viviendo», resumió el socialista.
Respecto a Ucrania y la respuesta europea, el tema central de la charla entre ambos expresidentes, de nuevo coincidieron en que la Unión debe aplicar las leyes internacionales de asilo y admitir a los rusos que huyen del reclutamiento militar iniciado por Putin. Para ambos, el suministro de armas al Gobierno de Kiev debe continuar.
Los dos exdirigentes también valoraron de forma positiva la actuación comunitaria. Tanto por intentar occidentalizar a la Federación Rusa tras la caída de la URSS como el esfuerzo de la excanciller alemana Angela Merkel por tejer relaciones comerciales con Moscú como fórmula para facilitar la democracia en ese país. A juicio de ambos, si la canciller germana se equivocó en algo fue en no apostar por las nucleares.
En cuanto al momento actual, Rajoy y González destacaron la unidad demostrada por los países europeos tanto a la hora de poner sanciones a Moscú como de adoptar medidas de reacción frente a la crisis energética. Y pidieron no buscar tanto los errores dentro se nuestro sistema democrático como evaluar los regímenes a los que se enfrenta. Y de nuevo Rajoy y González estuvieron de acuerdo en que las perspectivas de futuro siguen borrosas: la única incertidumbre que estamos viviendo hoy es la incertidumbre, resumió el socialista.
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