El Gobierno se pone de perfil en las investigaciones de la Eurocámara

Según los datos del programa provisional de la misión de investigación que vendrá a Madrid, el Gobierno no habría confirmado aún si va a atender la petición de que los ministros afectados por este caso puedan reunirse con los eurodiputados. Pero por ahora en el documento aparece como primera actividad, en la mañana del mismo día 20, una reunión con Pedro Sánchez, Margarita Robles, ministra de Defensa; el propio Marlaska, José Manuel Albares, ministro de Exteriores y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia. Todos ellos han reconocido que sus móviles fueron infectados pero jamás se ha esclarecido si se ha llegado a saber quien o quienes son los responsables de esta acción. Las sospechas de que se trataba de los servicios de espionaje marroquíes no ha sido nunca desmentida, pero tampoco confirmada. Por ahora, el hecho de que aparezca en el programa no significa en absoluto que desde Moncloa hayan aceptado la invitación.

El trabajo de esta comisión de investigación estaba planeada inicialmente para analizar los problemas de mal uso de programas de espionaje como el israelí 'Pegasus' en países donde hay problemas claros de respeto de los principios del derecho europeo como Polonia e Hungría. Más adelante se sumó Grecia, donde se sospecha que el Gobierno ha espiado a políticos de oposición y periodistas. Pero el caso español se vio implicado por el activismo en el Parlamento Europeo del secesionismo catalán, que presentó un informe de una organización canadiense, 'Citizen Lab' en el que se denunciaban escuchas masivas a sus seguidores. Ese informe ha sido a su vez denunciado como una manipulación en otro informe encargado por el eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas. A pesar de ello, la misión no viajará a Barcelona como habría querido el todavía eurodiputado Carles Puigdemont, pero han confirmado que viajarán a Madrid para declarar ante la misión europea, el presidente de la Generalitat Pere Aragonès, Meritxell Serret, que después de una peripecia judicial a consecuencia de su huida a Bélgica, ocupa el cargo de responsable de la acción exterior del Gobierno regional y Ernest Maragall, antiguo eurodiputado y ahora concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, todos ellos de ERC. En el programa aparece el nombre del juez Llarena, pero no se ha confirmado.

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Los eurodiputados han pedido también escuchar a Esperanza Casteleiro Llamazares, actual responsable del CNI, que ya intervino una vez en una reunión de este comité en Bruselas, pero lo hizo por teleconferencia y además causó una desastrosa opinión ante los eurodiputados, dado que no contestó a ninguna pregunta, amparándose en sus obligaciones legales. Los eurodiputados habían mostrado interés en escuchar a su predecesora, Paz Esteban, pero no aparece en el programa.

La comparecencia de Marlaska en la comisión LIBE, que preside el socialista Juan Fernando López Aguilar, se producirá después de innumerables gestiones para confirmarla. Marlaska había dicho en varias de sus numerosísimos viajes a Bruselas, el último de ellos la semana pasada, que no se negaba a comparecer para explicar lo que en su opinión sucedió en la valla de Melilla ocurrida el verano pasado y en la que murieron cerca de cuarenta personas que intentaban asaltar la frontera de la ciudad española. El tema de la inmigración irregular y de los dramas que se producen con regularidad en los intentos de llegar a Europa es un asunto recurrente en el Parlamento Europeo y a pesar de que han pasado ya ocho meses de los hechos, los eurodiputados no han dejado de insistir en que querían escuchar al ministro del Interior español, al que el Gobierno ha protegido hasta ahora. Muchos se preguntan cuál será ahora la actitud de Marruecos en este asunto, dado que las muertes se produjeron en suelo marroquí y la gendarmería de este país pudo haber entrado en suelo español. Marruecos es uno de los países que aparece mencionado en las investigaciones del llamado'Qatargate' que ha detectado sobornos a algunos eurodiputados, todos ellos del grupo socialista y ahora según los rumores que circulan en la Eurocámara estaría lanzando una campaña para tratar de desvincularse de los dos asuntos, del tema de la frontera con España y de las escuchas telefónicas.

Las comparecencias telemáticas fueron muy frecuentes en la época de la pandemia, pero los eurodiputados suelen apreciar más que los dirigentes políticos a los que piden información acusan en persona, para facilitar la interlocución.