El Gobierno ofrece a Puigdemont el modelo bávaro para las fronteras

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Desde finales de la semana pasada, la Moncloa habría filtrado, según sospechan en Junts, que el encaje legal a la promesa del PSOE de que la Generalitat sería la única administración en relación a la inmigración (con el control de la fronteras que ello conlleva, a pesar de que la Constitución fija esta competencia exclusiva en el Gobierno) se podría concretar con la adecuación del modelo bávaro a Cataluña. Es decir, que los Mossos se incorporen en las tareas fronterizas a la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero manteniendo la última palabra el Ministerio del Interior. «Esto es lo que vende el PSOE. Nosotros queremos un modelo catalán: integral. El modelo bávaro no es integral», advirtieron a ABC fuentes de la dirección de Junts.

En rueda de prensa, Josep Rius, portavoz y uno de los vicepresidentes de Junts, insistió este lunes en la misma línea. «Cuando hablamos de una delegación integral [de la gestión de la inmigración] es integral con presencia [de los Mossos] en los puertos, los aeropuertos y las fronteras», apuntó. Y aunque la negociación sobre este asunto, iniciada a partir de enero de 2024, ha ido avanzando, desde Junts advirtieron: «La propuesta llega tarde y mal. Queremos unos Mossos d'Esquadra que actúen como una policía integral, y cuando hablamos de integral es integral, no un consorcio».

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Con la intención de mantener el apoyo de Junts en el Congreso, el Gobierno, que siempre se había opuesto a la cesión de la gestión migratoria, incluso argumentando que no sería legal, estaría abierto a que los Mossos, bajo mando de la Generalitat, iniciaran un despliegue de efectivos en la frontera con Francia. El modelo a seguir sería el que se aplica en Baviera (Alemania), 'land' que tiene competencias específicas en el control de fronteras debido a la 'ley Söder', aprobada en 2018.

Esta ley permite a la policía de Baviera realizar inspecciones aleatorias en las fronteras con Austria, República Checa y Suiza. Sin embargo, la policía federal, es decir, la controlada por el Gobierno desde Berlín, sigue siendo responsable de los controles fronterizos oficiales y de la gestión de las expulsiones. De ahí que en Junts, conocedores de estas limitaciones para sus aspiraciones, rechacen este modelo para Cataluña. O todo o nada.

La 'ley Söder' buscaba el control absoluto de las fronteras para Baviera, pero fue parcialmente desautorizada dos años después por el Tribunal Constitucional de Baviera, a instancias de una demanda presentada por Los Verdes. Si bien la Corte no echó atrás todo el paquete, sí declaró inconstitucional lo concerniente a los controles efectivos en la propia frontera y la gestión de las expulsiones, que sigue siendo competencia de la policía federal y del Ministerio del Interior alemán. La sentencia estableció una especie de custodia compartida y coordinación entre ambas policías, la regional bávara y la federal nacional.

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En la pasada campaña electoral regional, el presidente de Baviera Markus Söder (CSU, conservadores de Baviera) instó a adoptar el modelo bávaro en el resto del país y recibió el apoyo de Friedrich Merz, presidente de la CDU (conservadores alemanes). Heiko Teggatz, presidente del Sindicato de la Policía alemana, también se manifestó a favor de extender la medida. Pero Stephan Dünnwald, miembro del Consejo Bávaro para los Refugiados, una asociación de apoyo sin ánimo de lucro, ha pedido a la Comisión Europea que intervenga y compruebe si Baviera cumple la legislación de la Unión Europea (UE) que permite los controles en las fronteras interiores «sólo en circunstancias muy determinadas». Y ha acusado a la policía bávara de operar en una «zona gris».

Así las cosas, el modelo experimental bávaro y corregido judicialmente, es el que los socialistas le han propuesto a Puigdemont. De momento, con poco éxito. A pesar, incluso, del cambio de opinión de la consejera de Interior de la Generalitat y responsables de la policía autonómica catalana, Núria Parlon, que este lunes mismo defendió la transferencia de la gestión de la inmigración en la línea de lo que ofrece el PSOE sugiriendo que, ahora mismo, no habría efectivos para asumirla: «Por la línea en la que van las negociaciones, [el control fronterizo] será en todo caso compartido, pero es un importante volumen de efectivos».

Y es que los Mossos no están preparados para tomar el control inmediato de la seguridad de los aeropuertos y los puertos, como para integrar también las fronteras. Parlon, en este sentido, reprochó a Junts no tener la misma ambición para asumir más competencias que para aumentar la plantilla de la policía regional. «Es tan importante asumir las competencias de inmigración y asumir las competencias de control de puertos y aeropuertos en la zona aérea como disponer y negociar estos 25.000 Mossos para Cataluña», dijo la consejera en una entrevista para el circuito en catalán de RTVE.

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Sobre este inconveniente en concreto, Parlon añadió que con las jubilaciones anticipadas de los agentes que se producirán en los próximos meses se tensionará el cuerpo policial de tal modo que se le exigirá «que vaya por delante de lo que puede ir» y, por lo tanto, deberán sacrificar agentes destinados a la seguridad ciudadana para cubrir las nuevas funciones en los aeropuertos y los puertos. Y fijó en septiembre la fecha, no antes, para asumir el control de la seguridad de estas infraestructuras.

En la coordinación policial se centró, por su parte, Santi Rodríguez, número dos del PP catalán y diputado en el Congreso, cuando apuntó en rueda de prensa que, desde su punto de vista, «en Cataluña no sobra ningún cuerpo policial» y que, en realidad, «lo que hace falta es que todos los cuerpos policiales colaboren» en la gestión de la seguridad en aeropuertos y puertos.