El Gobierno guarda en el cajón una propuesta de Canarias para atajar la crisis migratoria

Según explicó Tellado en rueda de prensa, tras la primera reunión de la Junta de Portavoces del Congreso en este curso político, se vio con Clavijo y con Torres aquel día, en la sede de la Delegación del Gobierno de Canarias en Madrid, justo detrás del Palacio de la Cámara Baja. Clavijo, siempre según Tellado, llegó con una propuesta debajo del brazo, pero, hasta hoy, el Ejecutivo «no ha movido ficha». «Desde el 12 de agosto no tenemos respuestas», lamentó el portavoz parlamentario del PP, muy crítico con la «indolencia» del ministerio.

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, evitó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros confirmar ni desmentir ese encuentro: «Han sido continuas las reuniones con el PP y también con el señor Clavijo», se limitó a decir. Y tampoco quiso aclarar si hay nuevas propuestas sobre la mesa que pudieran desencallar la situación. Alegría se remitió una vez más a la frustrada reforma de la ley de extranjería, como hizo el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, y avisó al presidente canario que «se equivoca» confrontando con el Gobierno y a los que debe mirar es a los populares, con quienes gobierna en coalición, informa Pilar de la Cuesta.

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Clavijo, tras meses pidiendo soluciones, estudia acciones legales contra el Ejecutivo por su supuesto abandono y anunció que su comunidad no se hará cargo de los menores extranjeros no acompañados que sigan llegando a sus costas. Los socialistas culpan al PP por su rechazo a la ley de extranjería –con la que habría sido obligatorio el reparto de esos menores entre las demás comunidades autónomas– mientras los populares trasladan su «solidaridad» a Clavijo.

«La situación límite se produce por falta de política migratoria», dijo Tellado. El diputado del PP asegura que la propuesta de Clavijo era la siguiente: las comunidades autónomas seguirán asumiendo la atención de los menores hasta alcanzar el máximo de su capacidad de acogida; seguirán haciéndose cargo de ellos hasta el 150 por ciento de su límite, pero con fondos de la administración central y, si se rebasa ese porcentaje, será el Estado quien se haga cargo de forma directa y con sus propios recursos de esos menores extranjeros no acompañados.

Tellado garantiza que el PP ve con buenos ojos ese planteamiento y que Torres, si bien en un principio lo aprobó, terminó la reunión diciendo que lo iban a estudiar. Hasta ahora, no ha habido noticias. Fuentes cercanas al Gobierno de Canarias consultadas por ABC confirman que ese encuentro entre Clavijo, Torres y Tellado existió, pero evitan corroborar o desmentir la literalidad de la supuesta propuesta del presidente canario, precisamente por el compromiso de reservar el carácter confidencial de lo allí tratado. Desde el Ministerio de Política Territorial también admiten ese y otros contactos y el intercambio de cifras, pero no entran en detalle y culpan a los populares de la coyuntura actual.

En cualquier caso, mientras Canarias aguarda soluciones, la crisis migratoria sigue utilizándose como arma política, como se visibilizó este martes en las comparecencias previas y posteriores a la Junta de Portavoces del Congreso. Llamó poderosamente la atención que Javier Sánchez Serna, de Podemos, acusase a Pedro Sánchez de asumir «los postulados de PP y Vox» –tras defender en su gira africana las devoluciones en caliente frente al «infierno» de la inmigración irregular– y que, minutos después, fuese el socialista Patxi López quien echase en cara a los populares adoptar «el discurso de la extrema derecha» en esta materia.

Siguen llegando cayucos a Canarias, cuyos centros de acogida están por encima de lo que pueden soportar, y el PP y el PSOE se culpan mutuamente de la situación. El Gobierno, por ahora, no va más allá de su propuesta de reformar la ley de extranjería, a la que, por cierto, también se opuso Junts per Catalunya, socio de Sánchez, en julio. Un verano más, el problema migratorio se enquista.