Génova pone una «línea roja» al líder de Vox en Valencia y Mazón dice que «no hay ningún veto»

La ficha de Carlos Flores Juberías, candidato de Vox en la Comunidad Valenciana, es una distorsión en las negociaciones. Su condena hace veinte años por violencia psíquica hacia su exmujer es un problema para que los populares puedan encajar a Vox en una coalición: «Cualquier persona condenada por violencia machista usted entenderá que para nosotros es una línea roja», ha dicho hoy Borja Sémper, portavoz de campaña del PP.

En el PP quieren ser muy cuidadosos con la idea de trasladar que la negociación depende de ellos. Pero sí hay monitorización y en última instancia se valorará el acuerdo. «La posición es la que le he dicho. No debería dedicarse al ejercicio activo de la política. Ha cumplido con la sociedad pero no puede representar a los ciudadanos en igualdad de condiciones», ha dicho Sémper.

Pero fuentes de la dirección del PP valenciano insisten en que no se ha vetado a nadie en la negociación con Vox. Minutos antes de que se produjeran estas declaraciones de Sémper, Carlos Mazón se reunía con Compromís dentro de la ronda de contactos que está llevando a cabo para ser investido como presidente de la Generalitat. Los populares han rechazado el cordón sanitario a Vox propuesto por la coalición que lidera Joan Baldoví, que se suma al 'no' del PSOE en una votación todavía sin fecha.

Pese a su pretensión de gobernar en solitario, la abstención de la formación que lidera Carlos Flores -con trece escaños- no sería suficiente para que el popular sea investido con sus 40 diputados a favor. La mayoría absoluta en las Cortes Valencianas está en cincuenta sillones y tampoco sumaría más síes que noes en la segunda vuelta, como establece el Reglamento.

Mazón y Flores se verán las caras en el encuentro bilateral previsto para este martes, según han confirmado a ABC fuentes oficiales de Vox, toda vez que el primero invitó de su «puño y letra» al segundo. Flores Juberías, que es catedrático en Derecho constitucional comparado, ha señalado «el craso error de Sémper al afirmar que Berlusconi fue presidente de la República italiana, cuando nunca lo fue». Respecto a las alusiones sobre su persona ha declinado opinar. No obstante, siempre ha defendido que su modelo para la Comunidad Valenciana era el de Castilla y León.

El PP valenciano, por su parte, no ha querido especular en público sobre esa negociación a la espera de lo que ocurra este martes en la cita entre ambos candidatos.

Preguntado por los periodistas acerca de la posibilidad de que la presencia del cabeza de lista de Vox en un futuro Ejecutivo sea una línea roja, el vicesecretario de Organización de los populares valencianos, Francisco Pérez Llorca, se ha limitado a decir que «el PP no ha vetado a nadie». Tampoco ha aventurado si están dispuestos a ceder la Presidencia de las Cortes autonómicas en ese posible pacto. Poco después, Génova ha intentado marcar el paso, pero los de Mazón se mantienen firmes.

Se da la circunstancia de que fueron los populares quienes propusieron a Carlos Flores en 2016 como vocal del Consejo Valenciano de Transparencia, cargo público en el que se mantuvo hasta hace unos meses.

La Audiencia de Valencia lo condenó en 2002 a un año de prisión por «violencia psicológica habitual» contra su exmujer y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones.

El pasado mes de enero, el propio Flores Juberías sostuvo en una comparecencia parlamentaria en calidad de miembro del Consejo de Transparencia que no tiene «ninguna cuenta pendiente con la justicia». «Las que en su día tuve las saldé sobradamente. En estos momentos soy un ciudadano sin antecedentes en pleno uso de sus derechos», aseveró.