Rueda reivindica desde Bruselas una UE más «descentralizada»

Para el titular de la Xunta, reducir las desigualdades económicas entre las regiones debe ser un punto de unión para todos los defensores del proyecto europeo. Tanto España como Portugal, recordó junto a la delegación portuguesa, con la que entregó a la presidenta del Comité Europeo de las Regiones una declaración por los 40 años de la firma de adhesión de los dos países a la Unión, vieron cómo sus democracias se consolidaron gracias a la fuerza de los estados miembros de la UE, iniciando «la época de mayor prosperidad» en su historia, tanto social como económicamente.

«Hoy en día, nadie, ni en España ni en Portugal, duda de que aquella fue una magnífica decisión», aseguró, pero ahora, con las crecientes «turbulencias internacionales», consideró más necesario que nunca seguir trabajando en esas fórmulas «que convirtieron la Unión Europea en lo que es hoy«. De este modo, apostó por seguir insistiendo en aumentar la descentralización, la cohesión y la cooperación transfronteriza de la que ambos países son referentes. Algo especialmente importante en lo que a los fondos se refiere, y que defendió más tarde en la sesión plenaria: las regiones, sentenció, deberían tenerse más en cuenta no sólo a la hora de diseñarlos, sino también de ejecutarlos.

El otro gran aspecto que defendió el presidente durante su intervención en el pleno del Comité Europeo de Regiones versó sobre la transición energética. Esta, dijo, es uno de los mayores retos de Europa en su conjunto, y regiones como la gallega pueden ser «actores clave» en la evolución hacia la neutralidad climática y la autonomía estratégica.

En 2024, explicó, Galicia ya había superado los objetivos europeos marcados para 2030, suponiendo la energía renovable el 84,8% del total de la generación eléctrica. Pero para seguir avanzando, recordó, es imprescindible superar el parón judicial que hoy en día afecta a los parques eólicos que se proyectan en la Comunidad, que «confía» que se resolverá el próximo mes con el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, después de que el Tribunal Superior elevase una cuestión prejudicial en relación a la evaluación ambiental de los parques.

De este modo, defendió que la energía limpia debe ponerse al servicio de la industria, del empleo y de la cohesión territorial, aprovechando la posición líder de Galicia para fomentar su desarrollo socioeconómico. Cuestiones, recordó, en las que su Ejecutivo ya está trabajando, con avances normativos que permitirán que la mitad de la producción de los nuevos parques se reserve para asegurar contratos estables al largo plazo con la industria y facilitan la repotenciación de las instalaciones eléctricas ya existentes para generar más energía con menos aerogeneradores. Puso en valor, además, la sociedad público-privada Recursos de Galicia, con la que la Xunta trabaja para asegurar que los beneficios de las instalaciones energéticas repercutan en las comunidades en las que se asientan.

Por lo tanto, siendo las regiones un eslabón fundamental para la transición energética, zanjó al respecto, estas deben tener una financiación adaptada a la realidad y ser tenidas en cuenta en la toma de decisiones.