El garabato del torreón
Vacaciones en el mar
No nos cansamos de repetirlo: éste es un país de locos. O de imbéciles
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Iniciar sesiónColau, aquella alcaldesa que estuvo a punto de acabar con Barcelona y cuya directora de Comunicación se jactaba de orinar en la vía pública; Greta, la niña de la curva, y otros varios ociosos decidieron marcarse unas Vacaciones en el Mar y pusieron proa a ... Gaza. En algo hay que pasar el tiempo. Lo malo es que allí no se andan con bromas, y a lo mejor les largan un pepinazo… y a tomar por el culo la bicicleta. En algún sitio leí que entre los excursionistas hay algún gallego y por eso no puedo evitar el recuerdo de otra singladura, la del Xurelo, un pesquero que hace ya muchos años zarpó del puerto de Ribeira para dirigirse a la Fosa Atlántica, depósito de residuos radiactivos procedentes de centrales nucleares. La protesta, promovida por Greenpeace, surtió efecto y, en consecuencia, el Convenio de Londres no dejó correr mucho tiempo sin decretar definitivamente la prohibición de los vertidos.
Han pasado muchos años y la memoria puede que me sea infiel, pero aseguraría que aquella acción, en la que desempeñaron un papel decisivo gentes de Esquerda Galega y afines, no le costó un céntimo al erario. (Nota para los niños que llevan algún tiempo sin ir a la escuela: Esquerda Galega, refundación del autoextinguido Partido Obreiro Galego, tuvo en Camilo Nogueira su líder y su portavoz en el Parlamento Galego. Tanto al partido como a sus representantes se les echa de menos en esta hora de necedades, cambalaches y demagogias).
En aquella ocasión, el Gobierno observó y toleró, pero no libró un duro de una partida presupuestaria. Ahí sigue Manolo Rivas, felizmente activo y siempre brillante, que puede contar las cosas mejor que yo. Por contra, al barco de la meona le han asignado custodia a cargo de un patrullero de la Armada, por si le hacen pupa. En toda tierra de garbanzos, a eso se le llama excursión con niñera.
No nos cansamos de repetirlo: éste es un país de locos. O de imbéciles.
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