La suerte del mejillón
En la ciudad que habito sólo hay piedad y conmiseración para los mejillones del río Miño y para las mascotas
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Iniciar sesiónEn la ciudad que habito hay gente que duerme en la calle, hurga en la basura en busca de algo con que matar el hambre y guarda cola en los servicios de Cáritas y ante la ventanilla de la Oficina de Empleo. En la ciudad ... que habito hay barrios degradados a guetos, viviendas okupadas, narcopisos con bula, fines de semana vandálicos, navajas multiusos y jóvenes que alivian la vejiga contra los muros de la catedral.
En la ciudad que habito, los gobernantes viven del sablazo presupuestario, de comisiones incógnitas, de dietas por kilometraje y de lucrativas concesiones nunca desveladas, ocultas siempre tras el señuelo de la modernidad, de la necesidad de renovar las losetas o de la conveniencia de crear un servicio que aplaque a los talibanes y acalle a los chantajistas.
En la ciudad que habito sólo hay piedad y conmiseración para los mejillones del río Miño y para las mascotas, ya sean perritos falderos, ya cacatúas galeritas, ya tímido jilguero entre doradas rejas enjaulado (Ramos Carrión/Chueca).
En la ciudad que habito el otro día apareció una persona muerta en la calle. Un anciano sin más bienes que el negro de las uñas ni más DNI que su piel arrugada sobre los huesos descalcificados. Unos diligentes funcionarios de la ciudad que habito se trasladaron al punto del deceso, recogieron el despojo y pasaron el muerto (sic) al cementerio. Cuentan que lo incineraron.
En la ciudad que habito las cenizas de los muertos anónimos sirven para hacer caminitos festoneados en el coqueto cementerio de mascotas, un jardín atendido con solemnidad escuraliense al que acuden con flores los deudos del gatito Micifuz o de Mimí, una boa constrictor que era como de la familia.
En la ciudad que habito, los mandones (que otros dicen mangones) dejaron a la gente sin playa fluvial porque su instalación podría interrumpir la siesta de cinco mejillones fluviales. En la ciudad que habito pasan cosas que no pasan en ningún otro sitio.
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