Balance de ecuador de mandato
Inés Rey reivindica talante de «consenso» y el PP le reprocha falta de diálogo
La alcaldesa rechaza la exigencia de los populares de bajar impuestos para apoyar los presupuestos
Inés Rey compareció este martes para, «sin caer en la autocomplacencia», hacer un «balance positivo» de sus dos años con el bastón de mando herculino, «para los tiempos que nos tocaron vivir». Una pandemia de Covid que, dijo la alcaldesa socialista, justo cuando su gobierno «coge impulso», vino a marcar la «agenda política». Pero «no nos detuvo en nuestros objetivos de hacer una ciudad mejor», matizó. Llegada al ecuador del mandato, la primera mujer con mando en plaza en María Pita dibujó una ciudad «con más oportunidades», «más humana», «más solidaria» y «más dialogante» . Es, aseguró, el fruto de su trabajo (los siete días de la semana) y de su equipo, «fuerte y cohesionado», porque «el mandato municipal no es una tarea en solitario ni en soledad». Sentadas las «bases» para «llegar donde queremos», Rey prometio inversiones en todos los barrios por 50 millones de euros y apostar por la movilidad, la sostenibilidad y los servicios en pos de una «Coruña de futuro».
Poco antes, la portavoz popular, Rosa Gallego, había dibujado un escenario bien diferente. «Tras dos años tenemos más impuestos, más okupas, más abandono en los barrios, negocios cerrados, enchufes, fotos pero menos diálogo, menos gestión, no hay presupuesto, no hay inversiones, menos empleo, no menos transparencia y menos aparcamientos », enumeró. La pandemia «no puede servir de excusa para no hacer nada», advirtió Gallego, quien lamentó que «se necesita un gobierno fuerte y estable», y lo que tiene La Coruña es un gabinete «con continuos cambios, falta de experiencia y sin proyecto de ciudad». La portavoz popular no escatimó en andanadas a la alcaldesa, de quien dijo que «solo sabe subir impuestos» y cuya política se reduce a «fotos e Instagram». «Anuncios, fotos y no vuelve nunca más» a unos barrios donde cunde un «enfado generalizado», aseguró.
Ferreiro sí llamaba
Donde centró una buena ración de críticas Gallego fue en negar la veta dialogante de Rey, a quien acusó de no haberse reunido nunca con los portavoces para abordar «los grandes temas». «Nunca lo ha hecho (...), nunca se ha sentado para hablar de los temas importantes », que van «a Pleno sin absolutamente ningún tipo de diálogo». «No he subido a su despacho. Sí he subido al despacho de [Xulio] Ferreiro, a pesar de su sectarismo . No puedo decir lo mismo de la alcaldesa, que presume de diálogo», afeó.
«Soy de letras, pero a veces los números son la mejor respuesta», rebatió la regidora cuando se le trasladó la queja del PP. Y citó: « De 111 asuntos que se llevaron a Pleno estos dos años, se aprobaron 110. De esos 110, 43 por unanimidad ». Ergo, afirmó, «hay un gobierno que dialoga, que es capaz de conseguir acuerdos, de consensuar». No dejó de agradecer la cooperación de la institución, «en especial del bloque progresista y las fuerzas de la izquierda», apostilló.
Con el PP se antoja más difícil el acuerdo. Gallego advirtió de que, para respaldar los presupuestos de 2022 (este año se prorrogaron los del pasado), « vamos a exigir que baje los impuestos ». «Los ingresos, hasta donde llego, no nacen en los árboles, el dinero no viene por generación espontánea », terció la alcaldesa. Molesta, acusó al PP de «demagogia». Gallego advirtió de que «sigue la parálisis» de la Marea. «La misma inercia», censuró. «A lo loco y sin programación».
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