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Congreso del PSdeG

Formoso llama a aparcar las «diferencias internas» y aspirar a gobernar Galicia

El secretario general del PSdeG reclama no «brindarle» las discrepancias a sus rivales y abandonar el conformismo

Cerdán apela a colocar el partido «donde merece» y Laxe y Touriño piden dejar el seguidismo a Ferraz

Formoso, entre Gonzalo Caballeroy Santos Cerdán EFE
Pablo Pazos

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Tras unas primarias broncas y un impás de más de un mes, hasta el arranque del XIVcongreso del PSdeG, marcado por el ruido, Valentín González Formoso llamó este martes a capítulo e instó al socialismo gallego a dejar a un lado las «diferencias internas» y dedicarse, en esta «nueva etapa» bajo su mando, a trabajar para volver a ser un partido relevante. El secretario general oficializó en el Palacio de Congresos el final del ‘gonzalismo’ advirtiendo de que el «objetivo» no pueden ser las «cuitas internas», sino estar «centrados y obsesionados en cambiarle y mejorarle la vida a los gallegos». En otras palabras, «ser conscientes de que tenemos una altísima responsabilidad, que es gobernar Galicia». Los deberes son claros: regresar al primer plano del tablero político gallego. Los expresidentes Fernando Gonzalez Laxe y Emilio Pérez Touriño, de quienes dijo Formoso que no son dos «jarrones chinos», sino «libros abiertos», venían de abogar por pasar página a cuatro años de seguidismo a Ferraz y comenzar a tener voz propia.

El nuevo secretario general aseguró que su mandato «no rompe con el pasado», pero hizo hincapié en todo lo que habrá de cambiar en adelante. Un mensaje capital:«Tenemos que estar unidos» y «ser capaces de no forzar las discrepancias». Tanto en el partido como en la sociedad, aseguró, «no sobra nadie, todo el mundo tiene un papel y una valía». Un guiño conciliador al que sumó un llamamiento a no arrojar piedras al tejado propio: «no podemos brindarles nuestras diferencias a la derecha», con un Alberto Núñez Feijóo al que acusó de ejercer como «líder de la oposición al Gobierno del Estado»;como tampoco allanar el camino a «ese nacionalismo que se acuesta de noche siendo amable y se levanta al día siguiente proclamando la república independiente de Galicia», completó. A partir de esa unión, quiere más. Avisó de que no se va a «resignar ni conformar con que Galicia es territorio del PP», porque «Galicia no es de nadie», sino de «quien la defienda», y puso a modo de ejemplo el músculo en las ciudades y Diputaciones. «No llega con ser solo herederos» de los más de 140 años de historia del PSOE, señaló, «tenemos que ser dignos herederos». Con una meta: «Aspirar a gobernar Galicia, a ganar las elecciones».

Para lograrlo, advirtió de que el partido no debe ser «conformista», sino «salir a las calles a hacer acción política». Rechazó «dramatismos» y pidió ser «leales desde la oposición», pero subrayó que no pueden sentirse cómodos en este papel:«Si no gobernamos las instituciones, es difícil cambiar el mundo». «Abramos la casa para captar a la inmensa mayoría social y progresista que quiere ver este país mejor, que no se conforma con esta Galicia, que quiere más Galicia», arengó. «Salgamos fuertes de este congreso».

«Al frente de la Junta»

Si Formoso cerró la tanda de discursos, el encargado de abrirlos, aún alterando el guion previsto, fue el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, quien encargó al líder del socialismo gallego «trabajar de manera incansable para poner al PSdeG donde merece, que no es otro sitio que al frente de la Junta de Galicia», indicó castellanizando el nombre de la institución. La intervención de Cerdán, que dedicó el grueso de sus palabras a arremeter contra el PPy Pablo Casado, se vio ‘amenazada’ por un cartel, adherido al atril, que no dejaba de caerse, y que el propio Formoso acudió a colocar con presteza. «Gracias, Valentín, ya veo que vas a levantar el partido», salió del paso Cerdán. Por lo demás, instó a Feijóo a aplicar la Ley de vivienda:«No haga daño a los jóvenes».

Tanto Laxe como Touriño dejaron varios mensajes con carga de profundidad. El primero señaló que «para gobernar Galicia» y «alcanzar la presidencia de la Xunta, tenemos que defender a Galicia». El segundo demandó un «partido autónomo, con voz propia, no subalterno y dependiente de nadie, un partido que solamente se deba a Galicia y a los gallegos y que defienda los intereses de Galicia por encima de todo», «que nos tiene que conducir a la responsabilidad de gobernar este país». Ambos, implícitamente, formularon una enmienda al seguidismo de la etapa de Caballero a Pedro Sánchez. Touriño también apeló a la unidad al recordar que siempre que vivieron «momentos de dificultad», se produjeron «cuando nos ensimismamos en nuestra vida interna» y «caímos en un laberinto interior», cuando «nos replegamos sobre nosotros mismos».

Este miércoles, con presencia del líder nacional del partido, Pedro Sánchez, arranca oficialmente la nueva etapa del PSOE gallego.

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