Feijóo dimitirá como presidente gallego «en cuestión de semanas»

Esa ha sido la única pista que ha dado en la que será una de sus últimas intervenciones en el Parlamento autonómico: el relevo en San Caetano será más pronto que tarde. Unas horas antes Feijóo había sido algo un poco más explícito, aunque no mucho más. En una entrevista en Onda Cero, el líder popular aseguró que dimitirá como presiente de la Xunta «en las próximas semanas» . Y que, con su marcha, se producirá «una transición muy rápida» en el gobierno autonómico. «Una etapa de transición muy breve», añadió Feijóo. Va a ser «en cuestión de semanas».

No hubo más revelaciones en el hemiciclo sobre la sucesión en la presidencia de la Xunta. Y ante las prisas de la oposición, Feijóo recordó que no hacía «ni 72 horas» que se había bajado la persiana el congreso del partido de Sevilla en el que fue elegido y aclamado como líder del PP a nivel estatal. En este sentido, el presidente de la Xunta lanzó una puya a Ana Pontón, rememorando que el año pasado la portavoz nacionalista abrió en agosto y culminó en octubre un «periodo de reflexión» para valorar si debía seguir al frente del BNG. «Voy a asumir mis responsabilidades, pero lo dije y lo vuelvo a decir: no voy a agotar el tiempo que usted estuvo reflexionando si se presentaba o no a liderar el BNG. Usted dedicó meses, yo dedico semanas» , espetó el todavía presidente de la Xunta a la portavoz del Bloque.

Tanto Pontón como el PSdeG, por boca de su portavoz parlamentario, Luis Álvarez, insistieron una y otra vez en reclamar a Feijóo concreciones de la hoja de ruta del PP gallego ante su salida. El presidente de la Xunta se negó a darlas, más allá de las generalidades antes descritas, pero lo que sí dejó claro Feijóo es que no está dispuesto a que sea la oposición la que le marque los tiempos tanto a él como al gobierno autonómico. Y así se lo hizo saber a Pontón en la última de sus intervenciones de la sesión de control: «No le voy a robar ni un minuto a Galicia, para mi Galicia lo es todo . Usted no me va a marcar lo que tengo que hacer, porque llevo haciendo lo que he considerado oportuno para Galicia durante mucho tiempo y los gallegos lo avalan [con cuatro mayorías absolutas]. Voy a seguir haciendo lo que considere oportuno, voy a seguir trabajando con el mismo compromiso, con el mismo rigor y la misma seriedad».

Feijóo lleva 13 años al frente del gobierno autonómico, sin contar su etapa anterior de conselleiro, pero a la oposición no le parece una hoja de servicios suficiente para acreditar su trabajo por Galicia. Y este miércoles, en el pleno, tanto el BNG como el PSdeG volvieron a tirar del mismo argumentario del que han echado mano las últimas semanas para acusar a Feijóo de priorizar los intereses de su partido al de los gallegos. Y el presidente de la Xunta replicó, en este caso en una respuesta a Pontón: «Si usted piensa que no le tengo respeto a Galicia, ¿por qué cree que estoy dispuesto a dejar el puesto más importante que he tenido en mi vida? Porque le tengo respeto a Galicia. Porque entiendo que ser presidente de la Xunta tiene que ser a tiempo completo, sin perder un minuto en ningún planteamiento distinto».

Y añadió el líder popular una frase que podría entenderse tanto como una declaración de intenciones para las semanas que le quedan de mandato como para el espíritu que conservará el ejecutivo tras su marcha: «Este gobierno gobierna. Y va a seguir gobernando con tranquilidad, con mesura, con respeto y poniendo a Galicia por encima de todo », reiteró Feijóo en el hemiciclo.

El relevo en San Caetano, que se debatió con dureza pero con elegancia y respeto, no fue el único campo de batalla en el Parlamento entre el gobierno autonómico y la oposición parlamentaria. Los nacionalistas subieron el tono y su diputado Luís Bará acusó a los populares de que «su alternativa es gobernar y blanquear a la ultraderecha» , en referencia al papel que tiene y tendrá Vox «en Castilla y León, en Madrid y en Andalucía». Para los nacionalistas, se trata de «una agenda antigallega, machista y xenófoba» , insistió el diputado del BNG en el pleno, según recogió Europa Press.

Estas palabras provocaron una bronca en el Parlamento, con quejas airadas de la bancada popular . El presidente de la Cámara, Miguel Santalices, emplazó a Bará a retirar las palabras «machista» y «xenófoba», y el diputado se negó. Santalices las eliminó del diario de sesiones y lo justificó: «Hay palabras que ofenden la dignidad de un grupo (...) yo milito en ese grupo y me siento ofendido (...) soy el presidente, pero soy del grupo popular».