Educación endurece los controles de calidad a los caterings escolares

Entre otros aspectos, las empresas interesadas en prestar estos servicios, deberán acreditar, si no utilizan las cocinas del centro, que las instalaciones donde elaboran las raciones no se encuentran a menos de 200 kilómetros del lugar en el que se sirven. Además, dichos espacios de cocinado deberán estar registrados y amparados por las autorizaciones sanitarias y administrativas. En esta misma línea, estarán obligados a poner a disposición de los centros todos los materiales que puedan ser requeridos para el acertado servicio de calentamiento, regeneración o refrigeración de menús.

En cuanto al proceso de selección, se modifican determinados baremos. Por ejemplo, se reduce el peso porcentual de la oferta económica, que antes contaba 50 puntos sobre 85 y ahora desciende a 45 sobre 100. Esto sucede al introducir nuevas variables en la puntuación como premiar con cinco puntos al candidato que emplee productos lácteos de origen gallego.

Desde la Consellería subrayan, además, que «con el fin de alcanzar un mejor equilibro nutricional, se establecen relaciones de menús fijas que las empresas adjudicatarias deberán obligatoriamente servir y que están avalados por la Dirección Xeral de Saúde Pública ». En concreto, en la temporada otoño-invierno y en la primaveraverano, podrán elegir entre 10, 15 o 20 opciones para ser servidas sucesivamente en base a una orden. En el sistema anterior, los licitadores seleccionaban los menús sobre una tabla de 40 disponibles. Los menús incluyen obligatoriamente cuatro veces por semana fruta; tres verduras y hortalizas, dos arroz o pasta, pescados y carne; y una legumbres y postres lácteos.