Caballero pide «unidad» en las listas de delegados al congreso del PSOE para evitar votaciones internas

La maniobra de Caballero tiene una doble vertiente. Por un lado, volver a reivindicarse como el más 'sanchista' del socialismo gallego, y en nombre del presidente del Gobierno apelar a la unidad, por lo que si alguna dirección provincial no se aviene a pactar listas de integración quedaría señalada poco menos que por romper la aparente (e inexistente) concordia interna. Y por otra, quizás la más evidente, se evita una confrontación de listas de delegados oficialistas y críticas , de las cuales el secretario general del PSdeG podría salir derrotado y evidenciar su hipotética debilidad interna.

«Todos los socialistas gallegos estamos unidos en lo sustancial de apoyar al presidente de España y no podemos pemitirnos aparentar una división artificial» , ha proclamado Caballero varias veces, que ha evitado responder las preguntas de los periodistas acerca de lo contradictorio de apelar al entendimiento mientras evita condenar las manifestaciones de Quiroga en 'El Progreso', en las que se deslizaban duras críticas contra las «baronías rancias» y el «retorno al pasado» que representarían Besteiro y Formoso. Desde la publicación del artículo, Caballero no se ha dignado en decir si comparte o no la opinión de su secretario de organización respecto del comportamiento del presidente de una Diputación y responsable provincial de La Coruña.

En su comparecencia, Caballero ha venido a repetir la carta que la dirección gallega ha remitido a las provincias. «Si todos coincidimos en respaldar al secretario general Pedro Sánchez y al proyecto federal que encabeza, conviene encarar el proceso federal con responsabilidad y haciendo el esfuerzo necesario para sumar e integrar, pues todos vamos juntos a apoyar al secretario general federal» , recoge la misiva, a la que ha tenido acceso ABC, «nos dirigimos a vosotros, cada uno de los secretarios generales provinciales, para trasladar la conveniencia de la unidad y la integración en torno al proyecto de Pedro Sánchez que no deberiamos desvirtuar». Esto es, quien no acate este ruego de integración se estaría distanciando del líder.

Este trámite de elección de delegados estaba previsto para el próximo 26 de septiembre , en el que se votarían las distintas listas por cada provincia. Según ha podido saber ABC, en La Coruña se daba por segura la concurrencia de dos candidaturas, una oficial, auspiciada por la dirección provincial de González Formoso, y otra que hasta el último momento ha intentado fraguar la regional, con reuniones incluso en la tarde de este lunes en la sede de la rúa de O Pino. Tras el llamamiento a la unidad de Caballero no se descarta alcanzar un acuerdo de integración. En Lugo, al margen de la lista 'oficialista' próxima a Besteiro no se descartaba una alternativa. También se daban por seguras dos candidaturas en Orense. La única circunscripción donde había un aparente consenso era Pontevedra, donde estarían representadas las distintas sensibilidades: la cuota de Vigo, la de los críticos y la del secretario general.

Este cierre de filas en torno a la figura de Sánchez «y del proyecto federal» que representa se produce una semana después de que trascendiera que Ferraz pidió a Caballero que no continuara al frente del partido en Galicia cuando rematara su mandato. El líder gallego intentó jugar a desmarcarse del aparato federal del partido y volver a presentarse como un dirigente avalado por la militancia, que en efecto lo eligió en 2016. Estos últimos días ha reincidido en esa idea, en una suerte de dicotomía entre candidatos de la base y candidatos salidos de las baronías o las estructuras del partido, que representaría el proyecto de Formoso y Besteiro. Incluso, Caballero intentó que este 26 de septiembre se pudieran celebrar unas primarias exprés de las que ya saliera el secretario general del PSdeG, intentona frenada en seco por Ferraz.

Preguntado por su futuro y su intención de concurrir a la reelección en las primarias gallegas, Caballero ha esquivado una vez más la cuestión con la habitual patada para adelante: no toca y hablará cuando sea el momento oportuno.