Feijóo rebaja a Sánchez a «actor de reparto» de Puigdemont

Núñez Feijóo ha iniciado su rueda de prensa con dos reflexiones: la sensación del deber cumplido al intentar formar Gobierno, como le encargó el Rey Felipe VI, y el compromiso de no despreciar «en ningún caso» la legitimidad de la Jefatura del Estado para proponer a quien le parezca como candidato a presidir el Ejecutivo. El líder del PP era plenamente consciente ya de que Sánchez iba a ser elegido, tras rechazarse su investidura la semana pasada, pero ha evitado confirmarlo por una cuestión protocolaria. Ha sido la presidenta del Congreso, Francina Armengol, quien lo ha comunicado después.

«Respetaremos la propuesta que haga el Rey pese a que otros no respetaron la propuesta que me hizo a mí como candidato», ha dicho Núñez Feijóo, quien ha remarcado el «apoyo incondicional» de su partido a la Monarquía parlamentaria. En el debate de su investidura, el socialista Óscar Puente llegó a acusar a los populares de «usar» la Corona para «un simulacro».

El PSOE ha insistido desde que se convocó la investidura de Núñez Feijóo en que el presidente del PP estaba haciendo «perder el tiempo» a los españoles. El líder del PP se ha revuelto este martes contra ese argumento y ha sacado pecho de que aún hoy, pese a su frustrado intento de ser investido, cuenta con más apoyos cerrados de los que tiene Sánchez.

Es más, Núñez Feijóo ha ironizado al asegurar que el candidato socialista no llega ahora mismo ni a «130» votos, después de que este lunes la vicepresidenta en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, lanzase un órdago a su socio de coalición y dijese que el acuerdo con el PSOE para la investidura de Sánchez está «lejos». El presidente del PP no se lo cree, de hecho ha dado por cerrados ya casi todos los apoyos a Sánchez, pero ha sido incisivo a la hora de señalar la dependencia de Junts.

Los siete escaños del partido que dirige desde Waterloo (Bélgica) Puigdemont serán los que decanten la balanza entre una nueva 'mayoría Frankenstein' –esta vez con un actor más en la ecuación– o un segundo paso por las urnas el próximo 14 de enero. Para evitarlo, Sánchez tiene margen hasta el 27 de noviembre; fecha límite para ser investido presidente del Gobierno.

«Sánchez es solamente un actor de reparto en la obra que dirige el señor Puigdemont», ha zanjado Núñez Feijóo, muy crítico con que la investidura de Sánchez dependa de algo a su juicio «claramente ilegal», como es la amnistía a los responsables del 'procés'. Hace meses, antes del 23J, ministros socialistas no dudaban en tachar de «inconstitucional» esa exigencia separatista, pero este martes Sánchez, sin mencionarla expresamente, ha abierto la puerta a esta medida mientras se la cerraba, eso sí, a un referéndum.

El presidente del PP ha afirmado este martes que defenderá a la nación con «todos los recursos democráticos de la Constitución». Por ejemplo, el Senado, donde los populares cuentan con una mayoría absoluta, se ha posicionado en contra de la amnistía. Y este domingo, Núñez Feijóo estará en Barcelona en la protesta convocada por Societat Civil Catalana: «Si soy coherente con lo que he dicho en el Congreso, tengo que ir a la manifestación».

Su firmeza no ha reñido con su pesimismo. Lúgubre, ha presagiado el avenimiento de «oscuras negociaciones» y de «semanas de muchas mentiras». «Se va a hablar más de sillones y cargos, y de cesiones a políticos, que de las reformas que necesitan las familias. No habrá cuestión que no sea susceptible de ser subastada», ha denunciado, y ha arremetido contra Sánchez por criticar su acuerdo con Vox cuando él tiene como socios a formaciones que «no aceptan la legitimidad de la Constitución».

Núñez Feijóo ha cargado contra «la amalgama de izquierda, extrema izquierda –en la que incluye a Sumar– y partidos cuyo objetivo es destruir la Constitución» que necesita Sánchez. Y ha dado por hechos los síes de Sumar, pese a su «teatrillo», ERC, Bildu y BNG. «El único que no está claro qué va a hacer es Puigdemont (...). Me interesa mucho más lo que diga el señor Puigdemont que lo que diga el señor Sánchez», ha concluido, para dibujar a un presidente atado a los designios de un fugado de la Justicia.