«No he venido aquí a criticar a nadie»

A continuación, el ex presidente del Gobierno, a quien le acompaña en este viaje su hijo Alonso, y el mandatario de Melilla, han desayunado en la cafetería «California», muy próxima a la sede del PP en Melilla. A su salida les esperaban una nube de fotógrafos y cámaras de televisión que han captado cada segundo del paseo que ha dado Aznar por la principal arteria de la ciudad autónoma, la Avenida Juan Carlos I Rey. En este trayecto, se ha detenido a saludar a decenas de personas que aclamaban al ex presidente del Gobierno como si todavía lo fuese. Aznar ha conversado con comerciantes de la zona y se ha interesado por las consecuencias del bloqueo comercial que han sufrido tras la protesta de marroquíes en la frontera. Al término de la entrevista que ha mantenido con Imbroda ha declarado: «No he venido aquí a criticar a nadie. Siento defraudar a los que están esperando eso». «Melilla no debe vivir entre el acoso y la dejadez», ha proseguido denunciando el presidente de honor del PP, que ha dicho sentir una especial cercanía por esta tierra y ha sugerido que «cualquier esfuerzo por mejorar los pasos fronterizos será bienvenido». Fueron las palabras de Imbroda denunciando que ningún miembro del Gobierno de Zapatero se había molestado en conocer la situación en la frontera y, es más, sugiriendo que el Ejecutivo le pidió silencio ante la escalada de tensión en la zona, lo que ha espoleado a Aznar a hacer este viaje. Aznar tenía previsto almorzar con el presidente de la ciudad y visitar, a primera hora de la tarde, la rehabilitación de las murallas históricas de la ciudad.

La visita del ex presidente del PP, que ha cogido por sorpresa a más de uno, se interpreta ya por parte de los activistas marroquíes como una auténtica «provocación».