España adiestra a militares ucranianos: «Tienen ganas de aprender y volver a luchar por su país»
Más de 50 efectivos recién llegados de Kiev ultiman su formación en carros de combate en San Gregorio (Zaragoza), donde llevan cuatro semanas aprendiendo a manejar los esperados Leopard 2A4
Más de cien soldados ucranianos se entrenan ya en Alemania en el manejo del Leopard 2
Campo de entrenamiento militar de San Gregorio, en Zaragoza
El sol apretaba ayer con fuerza en el Campo de Adiestramiento de San Gregorio (Zaragoza). Allí, cerca de 50 militares ucranianos realizaban unas prácticas tácticas que se alargarán hasta la madrugada. La ordenada y segura zona de maniobras poco tiene que ver con ... las gélidas llanuras donde los ucranianos están defendiendo su país centímetro a centímetro, pero los carristas escuchaban con atención las órdenes de los instructores españoles que llevan, desde el 16 de febrero, enseñándoles a manejar los famosos y esperados Leopard 2A4. Esta semana regresarán a su país para cambiar las batallas simuladas por la guerra real.
Pero como cada minuto de aprendizaje puede ser decisivo, los ucranianos no pierden de vista a los instructores españoles, que para que el ejercicio sea más realista les enfrentan a la Unidad Enemigo. Mientras unos sacaban los vehículos blindados de sus hangares para montar una columna y realizar las últimas comprobaciones, otros, mapa en mano y traductor mediante, negociaban las posiciones y ataques que ensayarán en el terreno. «¿Y si ordenan ir por un camino que puede tener minas?», planteaba un ucraniano. Todos los que han venido a formarse a España tienen ya experiencia en combate y saben que la próxima vez que tengan que reproducir lo aprendido no tendrán margen de error.
«La formación ha sido muy intensa», reconoce el capitán Contreras, portavoz del regimiento de Caballería Alcántara 10 de Melilla. «Al principio no sabíamos el nivel que iban a traer, pero todos ellos proceden de medios acorazados y tienen conocimientos de carros de combate. Eso hace que se vayan a volver a Ucrania con un conocimiento más que aceptable. Se ha cumplido el programa previsto, así que estamos muy satisfechos», añade el militar.
Equipos completos
Todos los ucranianos que han viajado a España -porque no hay entre ellos ninguna soldado- han estado en la primera línea del conflicto. Tienen entre 21 y 60 años, y son tanto militares de profesión como reservistas. De hecho, uno de los tenientes jefe de la comitiva está recién salido de la Academia. En cuanto a su formación, hay 15 especialistas (cinco expertos en mecánica, cinco en electrónica y cinco en armamento) y 40 miembros de la tripulación de los carros, que precisan de un tirador, un conductor, un cargador y un jefe. A diferencia de los modelos soviéticos que están acostumbrados a manejar, donde la carga es automática, en los europeos van cuatro militares por vehículo.
«Aunque sean distintos de manejar, hay sistemas que coinciden», admite el capitán Contreras, que afirma que para los ucranianos sus nuevos vehículos son «superiores» a los que tienen (mucho T-72) y a los que se están enfrentando. Al menos de momento, porque no saben si entrarán nuevos modelos en el escenario bélico. En cualquier caso, admite el portavoz español, la mayor preocupación de estos militares ahora es irse con el mayor conocimiento posible de los Leopard 2A4, ya que cuando lleguen a Ucrania serán probablemente la tripulación que los maneje. La idea es que salgan de la formación 10 tripulaciones completas.
«Es un honor contribuir en esta misión. Hacemos un trabajo importante para ayudarles», dicen los mandos españoles
Las primeras jornadas de entrenamiento -que se han estado desarrollando de 8.00 a 20.00 horas- se centraron en el aprendizaje individual en distintos puestos a través de los simuladores, tanto de conducción como de torre de tiro. En estas salas, las órdenes «flecha, carga, tiro» suenan como un hilo musical interminable. De estas máquinas de simulación, los conductores pasan al carro escuela y luego a los Leopard 2A4 operativos, capaces de moverse a 70 kilómetros por hora y lanzar proyectiles más allá de tres kilómetros. Han ensayado movimientos y tiros con seis vehículos de Zaragoza y cuatro de Toledo; pero ninguno forma parte de los seis que se enviarán a Ucrania. Actualmente, nuestro país cuenta con 347 carros de combate Leopard, 108 son de la variante 2A4, comprados en los noventa a Alemania, y 239 son 2E, la versión española.
Una visita turística
Les han dado también formación teórica y en tácticas de combate, aunque, lógicamente, la mayor preocupación de los ucranianos era aprender cada detalle de la técnica necesaria para manejar estos gigantes de 55 toneladas. Los acorazados que ha prometido España son compatibles a nivel logístico en un 80% con los Leopard 2A6 proporcionados por Alemania.
Los formadores españoles no han querido dejar de destacar la labor de los traductores, esenciales en todo el proceso. «Ellos no hablan apenas inglés, así que al principio costó un poco, pero luego cogieron el vocabulario militar muy rápido», afirman los mandos de estos cursos organizados por el ‘Toledo Training Coordination Centre’ (TTCC) de la misión de adiestramiento de la UE.
Esencial ha sido también la labor de los dos facilitadores, intérpretes militares que les ayudan con el vocabulario más técnico, señala el capitán Contreras, profundamente orgulloso del trabajo realizado por la treintena de formadores de su unidad: «Para nosotros es un honor contribuir en esta misión. Estamos haciendo nuestro trabajo lo mejor que podemos para ayudarles».
El exigente calendario de formación apenas les ha dejado libre los sábados por la tarde. El pasado fin de semana aprovecharon esa jornada de descanso para hacer una visita a Zaragoza.
Moral alta
Sobre la marcha de la guerra no han hablado con ellos demasiado: «Los hemos encontrado de ánimo sorprendentemente bien, tienen mucha motivación y ganas de volver para contribuir a la defensa de su país». La mejor muestra de esta moral alta que mantienen las tropas ucranianas son los saludos que no dejaban de mandar desde las torres de los blindados a los periodistas.
Estas tropas no son las únicas que están actualmente formándose en España. Tras la llegada del primer grupo de alumnos ucranianos a Toledo el pasado mes de noviembre, el Ejército está ahora instruyendo personal en Cádiz (formación básica de reclutas), Sevilla (cursos de operadores en el sistema antiaéreo Hawk), Almería, Pontevedra (prácticas de asalto y combate en bosque) y Burgos (zapadores).
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