Otro error telemático de Casero: 'sí' a investigar al Gobierno de Rajoy por la 'policía patriótica'

De nuevo, como en aquella controvertida votación, sobre la que tendrá que pronunciarse el Tribunal Constitucional, a Casero le ha jugado una mala pasada el voto telemático. Entre los 191 'síes' para constituir una comisión de investigación sobre la operación Cataluña, la presunta maniobra de la 'policía patriótica' para derrumbar al independentismo, se encuentra el de Casero, quien no ha acudido a votar presencialmente.

El otrora mano derecha de Teodoro García Egea, ex secretario general del PP, cayó en desgracia tras esa votación. Ahora se le suma el laberinto judicial en el que está inmerso, investigado por supuestas prevaricación y malversación en su etapa como alcalde de Trujillo (Cáceres), a la espera de que el Tribunal Supremo envíe un suplicatorio al Congreso para que la Cámara Baja acepte que sea juzgado.

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Además, el PP le ha abierto un expediente informativo por su imputación, y este se traducirá en una expulsión del partido en el momento en el que se abra juicio oral contra él, si es que esto llega a producirse. El error de este jueves no cambia nada en el resultado de la votación, y es que la comisión de investigación ha salido adelante con 191 votos a favor, 153 en contra y una abstención.

Pero Casero será recordado —salvo que el Constitucional enmiende la historia— por su crucial fallo en la votación de la reforma laboral, el pasado 3 de febrero. El Gobierno, calculadora en mano, contaba con aprobar por la mínima el proyecto estrella de Yolanda Díaz, pero la oposición se guardaba un as en la manga. Los entonces diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, expulsados de su formación por saltarse la disciplina de voto en aquella sesión, tenían órdenes de posicionarse a favor, pero votaron en contra.

La sorpresa contrarió a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien se equivocó al leer el resultado de la votación y anunció que la norma había decaído. El júbilo en la bancada de la derecha duró tan solo unos instantes, lo que tardaron los servicios de la cámara en alertar a la socialista de su error. La reforma quedaba aprobada por 175 votos a favor y 174 en contra. Pero los números no cuadraban.

Los primeros diputados en salir informaron de lo sucedido. Casero se había equivocado al votar y estaba «destrozado», apuntaban fuentes parlamentarias del PP. El diputado acudió con fiebre a la Cámara Baja a intentar modificar su voto presencialmente, pero se le impidió el acceso al hemiciclo porque ya había emitido sus votaciones de forma telemática —para lo que es necesario solicitarlo previamente y el sistema informático pide una doble confirmación del sentido del voto—.

Tras minutos de desconcierto, Cuca Gamarra, en una comparecencia sin preguntas, abonó la teoría del «error informático», aunque el PP la descartó pronto consciente de las contradicciones en las que había caído. Tanto Casero como el PP decidieron recurrir la aprobación de la reforma laboral ante el Tribunal Constitucional alegando que, al no permitírsele a Casero su entrada en el pleno, se le habían conculcado sus derechos como diputado.

Un posterior informe de los letrados del Congreso concluyó que el voto de Casero fue válido y que no cabía revocación. Este martes, la Sala Segunda del Constitucional acordó remitir al Pleno los recursos contra la reforma laboral. Será ahora el Pleno del órgano de garantías quien decida si ha lugar o no a su admisión a trámite. El segundo error de Casero en lo que va de año, sin duda, no tendrá tanto recorrido.