Díaz asume las posiciones de Podemos pero les pide bajar el ruido en la negociación del sí es sí

La vicepresidenta segunda reclama que «las formas en política son claves»

La maniobra de Podemos y otros socios del Gobierno retrasa la reforma del sí es sí

Yolanda Díaz durante su intervención en el Consejo de Ministros Jaime garcía

El debate sobre la ley del solo sí es sí se le complica al Gobierno. Fuentes del Ejecutivo apuntan a que está descartado que se pueda forzar un pleno extraordinario para la próxima semana. Aunque Meritxell Batet podría invocarlo la falta de apoyos de sus ... socios anima a los socialistas a no forzar la máquina. Aunque la tramitación urgente sí se ha aprobado hoy gracias al sustento del PP la falta de apoyo de sus socios ha impedido que la cuestión pueda debatirse ya la próxima semana. El orden del día del pleno de la semana que viene ya está cerrado y no se puede modificar sin unanimidad. El calendario del Congreso hará inviable que el debate para su toma en consideración se celebre antes del 7 de marzo. Un día antes del 8-M. Será difícil que la reforma no se vaya finalmente a después de la Semana Santa.

Durante el Consejo de Ministros la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha reclamado bajar las revoluciones. Se le preguntaba por la actitud de Podemos en las que ha acusado al PSOE de ser una «fuerza conservadora». Y Díaz ha reclamado en ese contexto que es necesario «cuidar la coalición» y ha expresado que «las formas en política son claves» porque «sin ruido se trabaja muchísimo mejor».

Díaz ha evitado pronunciarse sobre el fondo del asunto, pero ha recetado un cambio en los reproches que se producen en la coalición. Aunque éstos son especialmente intensos en el lado morado, en el entorno de la vicepresidenta segunda aclaran que sus palabras son un reproche general al tono que está teniendo el debate. Es decir, también al PSOE: «cuando se quiere llegar a un acuerdo conviene tener cierta discreción, calma y serenidad. Dejemos trabajar a los grupos parlamentarios, que tienen oficio y experiencia». Pero ya en ese mensaje hay una diferencia con la estrategia de Podemos, que insiste en el protagonismo del Ministerio de Igualdad en este asunto.

Lo cierto es que Díaz ha garantizado que el grupo parlamentario de Unidas Podemos no se va a quebrar. En las últimas semanas el espacio se ha reunido en múltiples ocasiones. Con opiniones divergentes sobre cómo afrontar la reforma planteada por el PSOE, Díaz y muchos cercanos han asumido que una imagen de división del espacio de Unidas Podemos sería letal. Y a Díaz no le interesa en un momento en el que busca aglutinar a todos ellos bajo unas mismas siglas. «Estamos ordenados y en la misma dirección», cuentan. Pero aunque la posición de Podemos sea mayoritaria en ese espacio, también se entiende que «no hay que darle una baza a la derecha».

La certeza de que la primera votación llegue antes del 8-M y toda la negociación de enmiendas se alargue durante el mes de marzo genera inquietud. En la parte socialista se resignan: «Nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer», defiende un ministro socialista. En el entorno de Díaz por su parte se advierte de que «el movimiento feminista está atento» y es contraproducente la sensación de división: «no es rentable políticamente».

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