La colisión por el 'sí es sí' eclipsa los planes de Sánchez y contamina otras leyes pendientes
Podemos, ERC y Bildu presionan a los socialistas con una enmienda para proteger a los perros de caza a pocas horas de la ley de animales se vote hoy
Gregoria Caro y Víctor Ruiz de Almirón
Madrid
La relación en el seno del Consejo de Ministros atraviesa uno de los momentos de más tensión desde la constitución de la coalición. El PSOE intenta rebajar la cuestión a un debate «técnico», mientras que Podemos habla de una «discrepancia política fuerte». Hay ... miembros del Gobierno que reconocen que al presidente se le percibe en los últimos días «especialmente tenso». La Moncloa se consuela con el mensaje de que la ley se va a corregir y confía en que sea eso lo que cale en la sociedad. Pero ese es el mensaje oficial.
La realidad es más dura: «Cuando basculamos hacia el asunto de la guerra cultural todo se tensiona. Ahora es el 'solo sí es sí', pero nos acabará llegando la 'ley trans'. Esto está haciendo mucho daño porque la gente no se lo puede explicar», resume un dirigente. El PSOE es un clamor en esa dirección. Los candidatos que se enfrentan a las urnas el próximo 28 de mayo explican que necesitan que «baje el ruido» del debate nacional y que predomine la gestión autonómica y local.
Y es que la pretensión de encarar un primer trimestre poniendo la economía en el centro del debate como mejor activo electoral de cara al 28 de mayo ha quedado absolutamente desbaratada. Al contrario, la colisión empieza a acercarse ya al debate sobre la necesidad de alguna crisis en el Gobierno. En el PSOE las declaraciones de Pilar Llop en la víspera no resultaron convincentes. Se entendieron como pura munición para Podemos al referirse Llop a que basta con «una herida» para demostrar que hubo violencia en una agresión sexual, y que eso es «sencillo» de probar. «El foco era Irene Montero y ahora es Pilar Llop. No podemos estar haciendo esto peor», reflexionó ayer un diputado del PSOE.
El PP acusa a Sánchez de lanzar a una ministra contra otra para salvarse él de la «chapuza» del 'solo sí es sí'
Gregoria CaroLlop asume «la responsabilidad en primera persona» de la reforma después de que las populares Gamarra y Prohens carguen contra ella como una de las «máximas responsables» de las revisiones de las condenas
Pero altos mandos del Gobierno cerraron la puerta a posibles consecuencias para ella. Más allá de que su falta de peso específico desde que accedió al puesto en julio de 2021 era una cuestión constatada. Pedro Sánchez tiene que acometer una remodelación de Gobierno en poco tiempo para sustituir a Carolina Darias y Reyes Maroto.
El nivel de ruido es tan grande que en el debate ya se empieza a instalar la idea de una crisis más profunda. Primero, porque la cuerda con Podemos finalmente se rompa. Aunque fuentes de la dirección de Podemos aseguran que no están evaluando un escenario de ruptura. Además, Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad, negó que Montero o cualquiera del departamento fuese a dimitir por la ley del 'solo sí es sí'. Y segundo, porque la propia Llop empieza a estar en el disparadero a derechas y a izquierdas. «Tiene todo nuestro apoyo.
Para nada nos hemos planteado su salida», defendía ayer un miembro destacado del Gobierno. Por otro lado, también hay en el PSOE quien cuestiona que «ahora se recurra a ella, cuando normalmente los focos los quieren acaparar otros».
Sánchez salió a la palestra y dijo tener «costumbre dar la cara y asumir responsabilidades» de las acciones de su Gobierno «cuando acertamos y cuando no»
Ayer fue Llop quien dijo que asumía «la responsabilidad en primera persona» de lo que pase con ley del 'solo sí es sí' después de que las populares Cuca Gamarra y Marga Prohens cargasen contra ella en la sesión de Control al Gobierno. El PP la señaló como una de las «máximas responsables» de las revisiones de las condenas. Sánchez salió a la palestra y dijo tener «costumbre dar la cara y asumir responsabilidades» de las acciones de su Gobierno «cuando acertamos y cuando no».
Lo que provocó la carcajada irónica de los partidos de la derecha. Sin embargo, cuando Llop se levantó de su escaño para responder a Prohens (PP) con un semblante totalmente serio y asumió toda la responsabilidad de la reforma que ahora plantean el PSOE, tanto en las bancadas de la derecha como de la izquierda arquearon una ceja. Porque esas palabras no las pronunció nunca la ministra de Igualdad, Irene Montero, ni lo hizo el presidente, que al final de cuentas es el máximos responsable de su Gobierno.
«Evidentemente yo me siento absolutamente responsable de esta reforma, asumo en primera persona lo que pueda pasar», dijo Llop. La portavoz del PP en el Congreso acusó de hecho a Sánchez de lanzar a una ministra contra otra para salvarse él. «Ha dado usted una instrucción para que que la ministra de Justicia ataque a la ministra de Igualdad, pero usted es el máximo responsable, como también lo es la ministra de Justicia», dijo Gamarra. Pero el conflicto no es solo un choque entre las partes de la coalición. Sino que afecta de forma interna a Unidas Podemos.
Díaz está coordinada con Podemos en el sentido de que también cree que la reforma de Llop es una vuelta al modelo anterior, pero no es tan dura en sus posiciones como Montero
La ambición de los socialistas de que Yolanda Díaz pudiera cerrar pronto un acuerdo con Podemos y otras fuerzas encuentra aquí otro escollo. «Hay una parte de ellos que cree que hay que reformar la ley, la verdad que no sé qué van a votar», confiesa otra ministra que reconoce que entre los socios de investidura hay «desasosiego» porque habrían deseado que PSOE y UP fuesen de la mano.
Díaz está coordinada con Podemos en el sentido de que también cree que la reforma de Llop es una vuelta al modelo anterior, pero no es tan dura en sus posiciones como Montero. Esa eventual ruptura hace imprescindible la presencia del PP. En el PSOE no rechazan esos votos, pero tampoco quieren negociar con el partido de Alberto Núñez Feijóo, que no pierde la oportunidad de ofrecerse para ahondar en la brecha del Gobierno. El PSOE prioriza que se apruebe la reforma, por encima de una eventual quiebra de su bloque parlamentario. En las filas socialistas existe mucha preocupación por cómo este conflicto está ocupando la agenda política y mediática.
En los últimos días, se afronta con preocupación la posibilidad de que este asunto tenga un efecto contagio hacia otras leyes que están pendientes. Se menciona Vivienda, que sigue atascada en comisión. Pero también la ley de Bienestar Animal. De hecho, ayer el PSOE admitió su temor a que esta última no se apruebe hoy.
Presión por los perros de caza
Podemos, ERC, Bildu y Más País registraron una enmienda transaccional para que en la ley de Bienestar Animal se suprima la propuesta del PSOE que deja sin protección a los perros de la caza. Presionan a los socialistas para recuperar el texto inicial del Ministerio que aprobó el Consejo de Ministros. «Hemos hecho un último intento», explicó Lilith Verstrynge, secretaria de Estado de Agenda 2030 y número tres de Podemos.
«Es primordial que el PSOE entienda que está a tiempo de recuperar el texto inicial, podemos salvarlo y proteger a todos los perros», siguió. Preguntada por si están dispuestos a tumbar la ley si el PSOE no cede, Verstrynge evitó abundar en ese escenario: «Todavía quedan horas para convencer al PSOE». Y les recordó que también es un compromiso con sus socios de investidura.
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