Conde-Pumpido y Balaguer se disputan la presidencia del TC

El aterrizaje de los nuevos miembros del Tribunal obligará a elegir al nuevo presidente de la institución, que tradicionalmente es uno de los magistrados del tercio del tribunal más próximo a renovarse, en este caso el que corresponde al Senado. De él forman parte los progresistas Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, el magistrado de perfil conservador Ricardo Enríquez y hasta el pasado julio Alfredo Montoya, que presentó su renuncia por motivos de salud. Mientras su plaza no sea cubierta los conservadores serán solo cuatro frente a los siete progresistas. Siguiendo esa regla no escrita, y dada la nueva mayoría que controlará el TC, la presidencia debería recaer entonces en uno de los dos magistrados de esa sensibilidad: Conde-Pumpido o Balaguer, mientras que Enríquez ocuparía la vicepresidencia.

La valía jurídica de Conde-Pumpido –magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo y exfiscal general del Estado– está fuera de duda. También su perfil institucional, aunque su connivencia con el Gobierno cuando dirigía el Ministerio Público fue muy criticada por frases como aquella de que había que mancharse la toga con el polvo del camino. Es precisamente ese marcado perfil político el que le puede perjudicar si sus compañeros prefieren optar por un perfil más discreto. Y es aquí donde entra en juego Balaguer, catedrática de Derecho Constitucional, experta en igualdad y mejor vista por la parte del Gobierno de Podemos, aunque no sea el referente de la izquierda judicial que sí representa Pumpido.

Sobre la mesa del próximo TC estarán, entre otros, recursos como los presentados contra la ley de la eutanasia, la ley de Educación de Celáa o el asunto más longevo del Tribunal, la ley del aborto, que, pese al compromiso de González Trevijano de abordarlo por primera vez en Pleno, no ha llegado a ser debatida doce años después. Precisamente el viernes, Bolaños pidió a Feijóo que retirara este recurso, interpuesto por el PP en 2010.