El dispositivo de rescate fue minuciosamente planificado al observar la presencia continuada de la tortuga en el puerto donde se alimentaba de los descartes de la actividad pesquera. Además, los biólogos detectaron cambios en su comportamiento, un indicativo de que su estado de salud podría verse alterado.
El operativo se ha llevado a cabo con técnicas que minimizaron el estrés del animal. Para ello, dos buzos de la Fundación Oceanogràfic, con la asistencia de un tercero en superficie, lograron capturar a la tortuga, garantizando un procedimiento seguro y respetuoso para el bienestar de la tortuga.
Nuca, que así se llama la tortuga, es una hembra de 58 kilos que presentaba la aleta delantera derecha amputada por una lesión previa y fue trasladada de inmediato a las instalaciones del Arca del Mar del Oceanogràfic de Valencia.
A su llegada, los veterinarios también detectaron la presencia de un anzuelo en su esófago. Tras una primera evaluación, extrajeron el anzuelo y comenzaron un seguimiento clínico para valorar su evolución.
A lo largo de las próximas semanas, el equipo del Oceanogràfic realizará un monitoreo constante de la tortuga para evaluar su recuperación y poder devolverla al mar.
Con este rescate, el Oceanogràfic alcanza el número 900 de tortugas atendidas desde su puesta en marcha, lo que consolida el papel del acuario de Valencia y su Fundación como centro de conservación y rehabilitación de especies marinas.
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