Ximo Puig maniobra para demorar la investidura de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana

Con la maquinaria en marcha tras sellarse el pacto de la coalición PP-Vox y constituirse el lunes las Cortes Valencianas, el calendario sigue los plazos estipulados en el Reglamento de la Cámara. Una serie de hitos hasta llegar a la sesión de investidura que pueden alargarse más o menos en función de la disposición de los grupos parlamentarios: los populares quieren acelerarlos al máximo, pero el PSPV no está por la labor. En paralelo, el Ejecutivo en funciones sigue adjudicando ayudas a diferentes entidades a cuenta de las arcas públicas, algunas de ellas sin concurrencia competitiva.

La norma que rige el Parlamento autonómico da como máximo ocho días hábiles desde el primer pleno -hasta el 6 de julio- a los partidos para que elijan a sus síndics y a sus portavoces adjuntos: PP (40 escaños), PSPV (31) y Compromís (15) tendrán tres. Vox solo dos, al tener menos de 15 parlamentarios.

De hecho, los futuros socios de Gobierno ya tienen formados sus respectivos grupos, mientras Compromís lo oficializará el lunes. Quien ejercerá de síndic del PP, Miguel Barrachina, ha indicado que si el más numeroso «lo ha podido hacer en un día», el resto también pueden, y ha exigido que «se deje de boicotear el proceso».

Pero la estrategia de los socialistas pasa por agotar hasta el último momento este plazo, lo que llevaría a celebrar la votación que convertirá a Mazón en el nuevo jefe del Consell en la misma semana de las elecciones generales del 23J. Los grupos tendrán cuatro jornadas más para proponer a sus candidatos a la investidura y la presidenta de la Cámara -de Vox- fijará la fecha de ese pleno entre los tres y los siete días siguientes.

Por tanto, el debate en el que el aspirante del PP expondrá su programa y responderá a las intervenciones del resto de grupos, así como la posterior votación, desembocaría en la semana del 17 al 21 de julio.

El objetivo de los de Puig pasa por poner el foco, en los últimos días de campaña, en el pacto que los populares han alcanzado con la formación de Santiago Abascal para gobernar en coalición. «Cumpliremos escrupulosamente lo que dice la norma. La semana que viene presentaremos nuestro grupo parlamentario», ha señalado el presidente en funciones este miércoles, al tiempo que ha reiterado su disposición a realizar un traspaso de competencias dentro de la normalidad y ha criticado que Mazón solo se dirija a él a través de los medios.

Aunque desde el PP han incidido en que sus planes pasan por alcanzar cuanto antes el Consell, todavía tienen una opción para acortar o alargar los plazos. El artículo 91 del Reglamento de Les Corts afirma que la Mesa puede «acordar la prórroga -al doble- o reducción -a la mitad- de los plazos establecidos» en el mismo. Algo que dependería de si se considera o no excepcional el escenario actual, con un proceso electoral en marcha.

Tras ser investido, Carlos Mazón deberá ser nombrado oficialmente por el rey antes de prometer su cargo en otra sesión. Un proceso que en 2019 solo se prolongó durante dos días y que todo apunta a que se materializará tras los comicios al Congreso y al Senado. A partir de ese momento, ya podrá publicar el nombramiento de sus consellers y la arquitectura de su Ejecutivo -con diez departamentos- en el Diari Oficial de la Generalitat para que tomen posesión de sus carteras.

Hasta que se complete este calendario, el actual Ejecutivo de PSPV, Compromís y Unides Podem seguirá en funciones. Una circunstancia que no le impide continuar adjudicando subvenciones. Tras las elecciones del pasado 28 de mayo, desde la Consellería de Educación se han repartido más de 1,8 millones de euros a diferentes entidades en ayudas al fomento del multilingüismo.

El departamento de Presidencia de la Generalitat también ha ido otorgando pequeñas cantidades a distintas asociaciones sin concurrencia competitiva, dentro de la línea presupuestaria de 700.000 euros reservada por Ximo Puig para «la promoción y fomento de actividades de interés público, socio-cultural, económico o humanitario de la Comunitat Valenciana». La última, este mismo miércoles, a la «Associació Cultural de Maeros del Xúquer» por 6.230 euros.

Además, el Pleno del Consell acordó el pasado jueves conceder 220.000 euros a la entidad que se encarga de organizar la Feria Valenciana de la Música 'Trovam 2023', un festival que se celebra en noviembre en Castellón.

«Estoy viendo subvenciones a dedo con un gobierno en funciones, acuerdos que no esperaba que se realizaran de esta manera, sin ni siquiera trasladarlo al partido ganador. Son cosas que no me parecen muy edificantes y no me gustaría que esta situación se prolongara mucho por el prestigio de las instituciones, nada menos que el de la Generalitat», ha manifestado Carlos Mazón al respecto.