Carlos Mazón acorrala a Ximo Puig: del acuerdo de gobierno con Vox al pacto con Compromís en las Cortes Valencianas

El mismo día que comenzaba la legislatura, Mazón ha dejado solo y arrinconado a Ximo Puig, a quien solo le falta tirar la toalla y no dilatar más de la cuenta la investidura del nuevo presidente de la Generalitat.

Mazón apeló al diálogo desde la misma noche de las elecciones del 28M, cuando las urnas le otorgaron la victoria pero, al tiempo, un número de escaños (40) insuficientes para gobernar en solitario. El líder del PP valenciano no iba de farol. Al igual que hizo en su etapa al frente de la Diputación de Alicante, Mazón trató de tender puentes con el PSPV-PSOE y con Compromís.

Una vez ambas formaciones le trasladaron su negativa a facilitar su investidura, el candidato del PP alcanzó un acuerdo con Vox que sorprendió, por su celeridad y arrojo, a propios y a extraños.

Cuando todo apuntaba a que los populares iban a demorar al máximo los acuerdos con Vox para no interferir en la campaña de las elecciones generales del 23J, Mazón rubricó el martes 13 de junio un pacto de gobierno en la Generalitat que abrió la senda a los acuerdos entre ambas formaciones en más de un centenar de ayuntamientos y que marca el camino en otras autonomías en las que los populares muestran reticencias para sentarse con Vox.

Mazón cedió la Presidencia de las Cortes Valencianas a sus socios de gobierno, que se han decantado por la antiabortista Llanos Massó, al tiempo que negoció un acuerdo con Compromís para que ningún partido se quedara sin representación en la Mesa de las Cortes.

Los votos del PP han permitido a Maria Josep Amigó salir en la foto al tiempo que han propiciado el primer gran encontronazo en la izquierda entre el PSPV-PSOE, que le negaba el pan y la sal a los que han sido sus socios durante ocho años, y Compromís.

Ahora, con la legislatura en marcha, solo resta que los socialistas no dilaten la investidura de Mazón por tacticismo político y tomen la puerta de salida del Palau de la Generalitat que le abrieron de par en par los valencianos en las elecciones del pasado 28 de mayo. Ximo Puig tiene en su mano no retrasar la toma de posesión de su sucesor y acabar con la agonía de un Gobierno en funciones, que sigue repartiendo subvenciones y adoptando acuerdos de gasto cuando sus socios están a la greña.

Si los socialistas no demoran la constitución de su grupo parlamentario podría haber pleno de investidura antes incluso de la campaña de las elecciones generales. Si agotan los plazos, abocarán a las Cortes Valencianas a un pleno de investidura en vísperas del 23J.