El PP también recupera la Diputación de Valencia tras no alcanzarse un pacto de izquierdas
Vicente Mompó dirigirá la corporación provincial por liderar el grupo con más diputados. PSPV y Compromís no han logrado el respaldo del partido de Jorge Rodríguez, cuya única representante se ha votado a sí misma
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VALENCIA
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Iniciar sesiónEl líder provincial del PP y alcalde de Gavarda, Vicente Mompó, es el nuevo presidente de la Diputación de Valencia. Los populares recuperan así una institución que desde hace ocho años estaba en manos de PSPV y Compromís. La derecha se ha impuesto a ... la izquierda, que no ha alcanzado un acuerdo con la única diputada de Ens Uneix para deshacer el empate existente a quince diputados en el pleno de constitución de la corporación celebrado este viernes.
Ninguno de los tres candidatos -Mompó (PP), Carlos Fernández Bielsa (PSPV) y Natàlia Enguix (Ens Uneix)- ha obtenido ni mayoría absoluta en la primera ronda de votación, ni simple en la segunda, por lo que la presidencia ha recaído en el grupo más votado y con más puestos en el hemiciclo, como indica la normativa.
Vicente Mompó ha tomado posesión y ha recibido la vara de mando de manos de su antecesor, el socialista Toni Gaspar. En su discurso, se ha comprometido a trabajar «para todos, también para los que piensan diferente» y con especial atención a los servicios y comunicaciones de los municipios más pequeños.
«Me preocuparé por nuestra cultura y por nuestras señas de identidad, especialmente, por nuestra lengua, el valenciano; por nuestra agricultura; por la mayor pandemia de los pueblos, la despoblación; por el turismo; por la gestión forestal; por que se mejoren las instalaciones existentes y por la protección del patrimonio», ha garantizado.
Previamente, los 31 diputados provinciales también han jurado su cargo en una sesión de infarto, en la que todo estaba en el aire: los trece escaños de los populares y los dos de Vox igualaban la balanza con los doce socialistas y los tres de Compromís.
Los resultados de las elecciones del 28M quisieron que la llave de la gobernabilidad de esta institución recayera en el voto de Ens Uneix, el partido fundado por el expresidente de la Diputación Jorge Rodríguez tras abandonar el PSPV y dejar el cargo al ser detenido por el caso Alquería, del que ha sido absuelto recientemente.
Sin nombrarlo, Mompó ha hecho referencia al «dolor» sufrido por Rodríguez y su equipo, algo que «no se lo merece ninguna persona y menos gente honesta». «Nos equivocamos y es justo reconocerlo», ha apuntado, al tiempo que ha agradecido a esta formación la lección de alta política que, a su juicio, han dado.
«Espero que se lo echen en cara cada día»
Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata y líder provincial de los socialistas, era a priori el favorito para el puesto y pierde así una plataforma para erigirse como sucesor de Ximo Puig al frente de la secretaría general del partido tras recibir el apoyo de Ferraz en la confección de las listas del 23J. El PSPV deja atrás también la única administración provincial que le quedaba en la región, con un presupuesto anual de 650 millones de euros, tras abandonar la Generalitat y los principales ayuntamientos.
«Una decisión imperdonable que unas personas han llevado al extremo y nadie entiende. Una oportunidad histórica perdida, un error inmenso», ha aseverado Bielsa durante el pleno sobre la negativa de Ens Uneix a apoyarle. Mucho más dura ha sido la diputada de Compromís Dolors Gimeno: «Espero que la gente de su comarca se lo eche en cara cada día». «Ustedes se definían como un partido progresista, no sé qué ha quedado de eso», ha reprochado. «¿Pero en qué momento pensaron que era una buena idea apoyar a los que injustamente les querían enviar a prisión?», ha incidido.
Durante las últimas semanas, las negociaciones con Ens Uneix no han dado sus frutos y se rompieron con un órdago por parte de la formación de Rodríguez: exigía a la izquierda que votará a su única representante, Natàlia Enguix, como candidata a la presidencia. Los socialistas ni se lo plantearon, mientras Compromís, que había dado el sí a Bielsa, abrió la puerta a explorar esa posibilidad para mantenerse en el gobierno.
Ambas formaciones cerraron un pacto al que Ens Uneix había declinado sumarse argumentando que no podía confiar en la palabra -se habían comprometido inversiones como moneda de cambio en la Vall d'Albaida, la comarca de influencia del partido- de un PSPV en el que Bielsa seguía actuando bajo las órdenes de Ximo Puig.
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Desde el primer momento, este partido -compuesto por muchos exmilitantes socialistas- había manifestado sus dudas entre apoyar al PSPV que les apartó o al PP que pedía para algunos de sus dirigentes elevadas penas de cárcel por presunta corrupción. No obstante, dejaron claro que no votarían con la extrema derecha. En un comunicado emitido este mismo viernes, han aseverado que no podían «dejar en manos de un PSPV disperso y con luchas internas la responsabilidad de presidir» la corporación provincial. En palabras similares se ha pronunciado Natàlia Enguix, aludiendo además a los «egos» partidistas.
En paralelo, más de un centenar de alcaldesas y alcaldes y más de un millar de concejales de la provincia de Valencia habían suscrito un manifiesto a favor de un pacto progresista a tres bandas.
Entre los invitados al pleno de constitución de la Diputación se encontraban el nuevo presidente de la Generalitat, Carlos Mazón; la presidenta de las Cortes Valencianas, Llanos Massó; y la alcaldesa de Valencia, María José Catalá. Con la escalada al poder provincial de Vicent Mompó, el PP gobernará las tres diputaciones, las tres capitales y el Consell.
El factor Rodríguez
El caso Alquería truncó el meteórico ascenso de Jorge Rodríguez. Cuando se convirtió en presidente de la Diputación en 2015, no eran pocos los que lo veían como uno de los aspirantes a suceder a un Ximo Puig recién llegado a la Generalitat. En ese momento ya llevaba cuatro años siendo alcalde de Ontinyent, un municipio de 36.000 habitantes.
Pero el 27 de junio de 2018, Rodríguez salía esposado por la Policía Judicial del Palau de Batlia -sede de la corporación- y pasó una noche en los calabozos en el marco de una investigación por la que se celebró una extensa vista oral hace siete meses. Siempre defendió su inocencia. El PSOE le suspendió de militancia. Él y otros trece acusados se enfrentaban a hasta ocho años de cárcel por presuntas irregularidades en la contratación de altos directivos afines a PSPV y Compromís en la empresa pública Divalterra. Dos días después de las elecciones de 28M, se conocicó el fallo absolutorio.
El primer edil de Ontinyent ya concurrió a las locales de 2019 con su nuevo partido y consiguió una arrolladora mayoría absoluta que revalidó el 28 de mayo por cuarta vez. Los buenos resultados de Ens Uneix en otros municipios del mismo partido judicial, donde también presentaba candidaturas, se han traducido en ese escaño provincial: ha logrado las alcaldías de Bufali, Benissoda, Benicolet y El Palomar.
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