Mazón y Page abogan por una «estrategia nacional» para zanjar «con rigor» la 'guerra' del agua en España

Ambos dirigentes han coincidido en que «el agua es todos» y en que hay «voluntad de diálogo» y de «avanzar», aunque han puesto sobre la mesa la complejidad de abordar este debate y la necesidad de que el Gobierno de España coordine un acuerdo de país sobre los distintos trasvases.

Un consenso que se debería extender también, a su juicio, al debate de la financiación autonómica, pues tanto la Comunidad Valenciana como Castilla-La Mancha reciben menos recursos del Estado de los que deberían. Sin embargo, ha matizado García-Page, para que esa discusión tenga «posibilidades», las regiones deberían «conjurarse» para que «algunos no consigan, mediante chantajes, privilegios fiscales».

Así se han manifestado los dos barones este miércoles en el Hospital de Requena, en la provincia de Valencia, durante la firma de un convenio de reciprocidad en la atención sanitaria a pacientes que residen en zonas limítrofes de ambas regiones. Un acto en el que han exhibido cordialidad tras los constantes choques entre gobiernos por la gestión hídrica, e incluso han conversado -con discrepancias- sobre los orígenes y la historia del trasvase Tajo-Segura.

La Generalitat va de la mano de Andalucía, Murcia o la Comunidad de Madrid en la presentación de alegaciones ante el Ministerio para la Transición Ecológica sobre las normas de explotación del trasvase, lo que provocó las críticas de Page, especialmente contra la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.

Mientras el Ejecutivo valenciano carga contra los recortes que se vienen produciendo en los últimos tiempos, el castellanomanchego ha defendido el cumplimiento de los caudales ecológicos fijados y ha llegado a amenazar con no realizar más aportaciones hasta que no se consuma toda el agua proveniente de desaladoras.

«El debate más espinoso que haya que abordar y en eso estoy dispuesto a echar una mano a la Comunidad Valenciana y a Murcia es el precio de la desalación», ha indicado Page al respecto. «El problema de la desalación», le ha replicado Carlos Mazón, «no cabe en un tuit». No se trata solo del coste económico, sino de la calidad o su contraindicación para algunos cultivos, como los cítricos, ha añadido.

En cualquier caso, ha señalado Page, «lo deseable es que haya acuerdo» y «un marco de entendimiento», pese a que ha reconocido que se trata de «un asunto muy complejo» porque las competencias no están claras. «El agua es de todos», ha recalcado, al tiempo que ha matizado que se trata de «un recurso escaso que lo va a ser mucho más». Acudir a los tribunales, a su juicio, «debe ser el último recurso». «Hay espacio en España para que pudiera haber cierto consenso», ha sostenido, «pero a veces pesan más los votos que los metros cúbicos». «Agua en España para beber no va a faltar nunca, discutimos de otros usos y de cómo se reparte», ha agregado.

Precisamente, Mazón ha reclamado de nuevo al Ministerio para la Transición Ecológica que «asuma su responsabilidad» y establezca «una serie de elementos técnicos que nos permitan anticiparnos» a las necesidades hídricas. El presidente valenciano ha rechazado que el foco se ponga en los caudales, sino «en qué momento, de qué manera o cómo se complementan con otras vías de agua», como la depuración o la desalación. «Qué y en qué porcentaje cabe para la mezcla perfecta», ha reivindicado, en el marco de una «estrategia nacional» -«con rigor» y en manos de los técnicos- para que «no tengamos que esperar a ver si llueve».

«El camino del diálogo», aunque «más difícil que en otros asuntos», «es transitable». «Si partimos de la base de que el agua es de todos y de que estamos dispuestos a dialogar, hoy soy el hombre más feliz del mundo», ha bromeado. «Cualquier avance será histórico», ha sentenciado.