El proyecto concreto se refiere a una tubería que conecte los pantanos de Alcorlo y Beleña, situados en la provincia de Guadalajara, donde también se encuentran los de Entrepeñas y Buendía, que suministran caudales al acueducto Tajo-Segura.
Aunque la normativa medioambiental hizo descartar esta conexión, una modificación legal hace ahora factible desbloquearla y llevarla adelante, si bien Page no puede acometerla sin más, ya que es «una competencia estatal, suya y sólo suya».
Además, culpa al PP de su bloqueo, porque según él estaba en la planificación «hasta que Cospedal y Rajoy se la cargaron», pero desde las filas populares, la semana pasada precisaron que «fue paralizado por la Secretaría de Estado de Cambio Climático del Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero mediante resolución publicada en el BOE el 24 de febrero de 2011».
Sea quien sea el dirigente que la detuvo, ahora puede ir adelante y Page ya la ha reclamado formalmente al Ministerio para la Transición Ecológico y Reto Demográfico por la vía de urgencia con el fin de «planificar y empezar esta conexión» con la que contar con «una válvula de seguridad para todo el colector».
La tubería permitiría trasvases entre los ríos Sorbe y Bornova con el objetivo del desarrollo en el Corredor de Henares (compartido entre Castilla-La Mancha y Madrid) de industrias y regadíos, esta última actividad la denostada con insistencia por los dirigentes del Gobierno regional de Page, que justifican su boicot al Tajo-Segura salvo para abastecimiento doméstico.
Las dimensiones de ambas zonas no resultan comparables, puesto que esas transferencias hídricas en la provincia de Guadalajara abastecerán a una población de unos 400.000 habitantes, frente a dos millones entre el sur de Alicante, Murcia y Almería, cantidad que supera los tres millones en temporada alta turística. Aunque todavía la diferencia es mayor en la capacidad de los embalses.
Reunión Page-Mazón en pleno conflicto hídrico
En este contexto de pulso por el trasvase del Tajo al Segura, Page se reúne este miércoles en la localidad valenciana de Requena con el presidente de la Generalitat, el popular Carlos Mazón.
En el encuentro ambos dirigentes suscribirán, pese al pulso por la llamada «guerra del agua» un convenio de colaboración y un protocolo de intenciones para garantizar una «atención sanitaria de calidad en zonas limítrofes entre ambas comunidades autónomas».
El pasado mes de enero, Page y Mazón ya escenificaron su sintonía respecto a la necesidad de que el Gobierno central apruebe un nuevo modelo de financiación autonómica que aumente los recursos que perciben con el actual sistema Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.
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