Caso Erial: las claves de la causa en la que está procesado Eduardo Zaplana

Después de casi tres años de silencio, Zaplana se sienta delante de las cámaras del programa Salvados para defender su inocencia, previsiblemente con la intención de achacar su investigación a que estaba en el foco del excomisario José Manuel Villarejo ya desde los años 2005 y 2006 -de forma extraoficial e irregular-, y que el documento clave por el que se le imputan delitos de corrupción no tiene su ADN y, por lo tanto, carece de validez.

Con toda seguridad, pedirá de nuevo su absolución y negará taxativamente tener dinero en cuentas bancarias en el extranjero.

No obstante, la Fiscalía Anticorrupción no lo ve así, porque solicita para el juicio de este caso 'Erial' -aún sin fecha, se espera para finales de este año o principios de 2024- una pena de 19 años de prisión y 40 millones de euros de multa.

Aunque Zaplana fue detenido en mayo de 2018, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llevaba desde tres años antes investigándole por las adjudicaciones de terrenos sin cultivar, abandonados, para la implantación de estaciones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), de ahí el nombre de 'Erial', además de porque se considera que dejaron desiertas las arcas públicas con el cobro de mordidas.

Porque no se lucro él solamente, según las pesquisas, y están procesados también Joaquín Barceló -supuesto testaferro suyo-, el expresidente de la Generalitat Valenciana José Luis Olivas, miembros de la familia Cotino, propietarios de una de las empresas que supuestamente se benefició de estas adjudicaciones.

Igualmente, están implicados presuntamente Juan García, exjefe de su gabinete, Francisco Grau, asesor financiero, Mitsouko Enríquez, su secretaria, así como su peluquero, Pedro Romero, todos ellos acusados de los presuntos delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, falsedad en documento oficial y mercantil, y prevaricación administrativa.

Zaplana salió de prisión preventiva sin fianza debido a su estado de salud, cuando se complicó la leucemia que padece y después de varias peticiones por parte de su abogado.

La juez le acusa de haber creado una extensa red para «obtener ganancias ilícitas» sin que le descubrieran, fondos que se llevaba a otros países para su blanqueo y posteriormente devolverlos a España con ayuda de cómplices de su entorno más íntima. En una de esas operaciones habría conseguido 580.000 euros.

Ahora, en esta entrevista puede revelar nuevos detalles para intentar desmontar las tesis de los investigadores, entre otros, posiblemente el testimonio contradictorio de un sirio colaborador de las Fuerzas de Seguridad del Estado acerca de su testaferro, que según Zaplana no existe. Igualmente, puede insistir en que se cite a declarar al excomisario Villarejo, tal como ha pedido durante el proceso judicial.