Duelo de pancartas con lemas diferentes contra los últimos asesinatos de mujeres en la Comunidad Valenciana

En la puerta del Palau del Borja, los diputados de PP y Vox se han colocado detrás de la pancarta con el lema 'No a la violencia contra las mujeres' que la Mesa de las Cortes Valencianas acordó la semana pasada adoptar en estos minutos de silencio, con el rechazo de la oposición. Junto a ellos, a escasos metros, se han situado los representantes de PSPV-PSOE y Compromís tras otro cartel con el mensaje 'Les Corts contra la violència masclista', el mismo que utilizaba habitualmente la institución en los minutos de silencio durante la etapa pretérita de Ximo Puig a la cabeza de la Generalitat. Una nueva división que llega después de que en los últimos minutos de silencio por casos de violencia machista, los parlamentarios de Vox se desmarcaran de la pancarta utilizada.

Al respecto, el síndic del PP, Miguel Barrachina, ha mostrado la «consternación» del grupo 'popular' y ha acusado a la oposición de «usurpar la denominación de Les Corts Valencianes» al no situarse detrás de la pancarta que acordó la Mesa. «El PP estará siempre detrás de todas las pancartas legítimas, de todas las pancartas oficiales, y siempre junto a todas las víctimas (...). La violencia contra la mujer es violencia contra la mujer«, ha subrayado. Además, ha vuelto a denunciar el cierre de siete juzgados de violencia contra la mujer y los efectos de la ley del 'solo sí es sí'.

Por su parte, ni la presidenta de las Cortes, Llanos Massó, ni el resto de los diputados de Vox han realizado declaraciones a los periodistas después de participar en el minuto de silencio tras la pancarta acordada por la Mesa. Desde la oposición, el líder socialista y 'expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha justificado la decisión de situarse detrás de la pancarta contra la violencia machista porque «hay que conceptualizar bien el problema».

«Es una cuestión cultural que hay que vencer: es la ideología machista lo que está matando», ha recalcado, y ha exigido «ningún tipo de condescendencia con el negacionismo porque también mata». Por su parte, Joan Baldoví (Compromís) ha coincidido en defender que se hayan situado detrás de «la misma pancarta» que venía utilizando el Parlamento autonómico y ha acusado al PP de «hacer el avestruz, agachar la cabeza y plegarse una vez más a las exigencias de Vox» al tratar de «aguar el problema».

Del mismo modo, el Consell, presidido por el popular Carlos Mazón, ha convocado este martes otro minuto de silencio -sin pancarta alguna- por los asesinatos en Orihuela y Castellón a las puertas del Palau de la Generalitat, donde «ha condenado firmemente la violencia machista». La vicepresidenta segunda y consellera de Igualdad, Susana Camarero, ha expresado el dolor del ejecutivo autonómico y ha animado a las mujeres a denunciar. «Estamos a su lado», ha aseverado.

Pocos minutos después, la portavoz del Consell, Ruth Merino, ha contestado a las preguntas de los medios de comunicación sobre esta polémica, de la que ha destacado el «trabajo al unísono» del Gobierno autonómico «contra esta lacra». «La semántica es secundaria, la Generalitat trabaja para salvar vidas y condena la violencia machista, la violencia de género y la violencia contra las mujeres o como se le quiera llamar», ha subrayado.

En paralelo, esta disputa se ha trasladado al Ayuntamiento de Valencia, donde sus concejales han condenado también la violencia machista en otro acto en el que los ediles socialistas han utilizado una pancarta con el lema 'No al terrorismo machista'. Por su parte, la alcaldesa María José Catalá, ha afirmado que el Consistorio «está unido contra la violencia de género y en el compromiso de combatirla por todas las vías, con educación en valores y el refuerzo de la protección de las víctimas».

Sobre esta cuestión, la secretaria general de los socialistas en la capital del Turia, Sandra Gómez, ha asegurado que «no van a aceptar que Vox censure que se denuncie que la violencia que mata a las mujeres es violencia machista».

También en el centro de Valencia, al mismo tiempo que el Ayuntamiento y las Cortes, la Delegación de Gobierno en la Comunidad Valenciana ha guardado un minuto de silencio para condenar «sin fisuras» los últimos casos de mujeres asesinadas en Orihuela Costa y Castellón de la Plana.

«No podemos entrar en enfrentamientos, no podemos entrar en dudas, no podemos jugar con las palabras, no podemos jugar con las víctimas y con todas sus familias», ha advertido la delegada Pilar Bernabé, en alusión a las instituciones que «no utilicen un término tan claro y contundente como la lucha contra la violencia de género».

Frente a ello, Bernabé ha instado «a todas las instituciones y a algunos ayuntamientos que salgan a condenar esta violencia machista con nombre y apellidos» porque, de lo contrario, «no están haciendo ningún favor a esta sociedad». «Hoy todos los valencianos tenemos que unirnos para defender una lucha que es histórica», ha alentado.

Y es que, según ha lamentado, este año la Comunidad Valenciana suma cinco mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas por el simple hecho de ser mujeres, lo que supone que tanto esta autonomía como el resto de España sufren «un incremento de feminicidios hasta ahora inusitado«.

Ante estas cifras dramáticas, la delegada ha llamado a que todos los gobiernos, instituciones y el conjunto de la sociedad, «que ya ha asumido que esta lucha es de todos, cierren filas» para combatir la violencia machista.

El Ministerio de Igualdad ha elevado a 47 el número de mujeres asesinadas por violencia de género en lo que va de año tras confirmar tres nuevos casos, entre ellos los ocurridos este fin de semana en Alicante y Castellón. Esto supone dos víctimas menos que las asesinadas por este motivo en todo el año 2022, cuando 49 mujeres murieron por violencia machista.

En concreto, se pueden confirmar tres asesinatos: una mujer de Orihuela (Alicante) de 80 años, sin hijos menores de edad y sin denuncias previas contra el agresor; una mujer de 51 años en Castellón, también sin hijos menores y sin denuncias previas contra el agresor, y una tercera mujer de 35 años en Murcia con una hija menor de edad que sí había presentado denuncia contra el agresor.