Británicos en Benidorm ante el Brexit: entre el miedo a la inmigración y el europeísmo

«Los hospitales no podían para acoger a tanta gente y hay demasiados borrachos, drogadictos y gente que ha venido a vivir de las ayudas sociales», opina con contundencia William Aerrison, tatuado y musculoso profesional de las finanzas especializado en «off-shore». Lo mejor sería «replantearse» la pertenencia a la Unión Europea , en su opinión, ya que en lugar de «tratar las cosas con frialdad y luego ser amables», las autoridades de su país lo han hecho al revés, porque ahora se tendría que trabajar más años antes de jubilarse para poder mantener a tanta población venida de fuera.

En el extremo opuesto está el escocés Breen Alastair, para quien «los números igual nos interesan, para salir de Europa, pero deberíamos quedarnos, por los sentimientos de la gente y porque nos hace prevenir guerras ». Él trabaja también en el sector de las finanzas, en Londres, y lamenta en este debate «algunos titulares de prensa que espantan a la gente y, a los dos días, se ve que la noticia no era para tanto». Según su análisis, «los políticos son unos interesados, aunque la gente sí quiere quedarse en Europa».

Una posición intermedia muestra un jubilado de 72 años que se encuentra «muy a gusto en España» y prefiere guardar el anonimato. «Los gobiernos del Reino Unido y de España deberían entenderse, porque el problema es igual aquí, donde el país se llena de chinos y rusos que controlan la economía y, al final, no se está tratando bien a los españoles», interpreta. Sin una postura clara en un sentido u otro, cree que « los seres humanos deberían ser iguales en todo el mundo, pero eso no es así ».

Por su parte, Neil Banks, electricista, se declara a favor de la salida por « la presión grande sobre el sistema de salud », en el que ya se han aplicado «recortes» para todos. «Tienen que cerrar y recuperar el control de las fronteras », reclama, además de improvisar casi una arenga o mitín político: «Británicos, estamos en el top 5 de las economías más potentes, no teman porque si nos sacan de la Unión Europea no bajará nuestra calidad de vida ».

Dos camareras eluden pronunciarse porque no conocen en profundidad la situación. «No tenemos información para opinar», repiten, aunque han oído que tienen derecho a votar por correo, si bien no parecen tampoco interesadas en hacerlo.

Desde el ayuntamiento benidormí han optado precisamente por impulsar una campaña informativa y ofrecer asesoramiento a esta nutrida comunidad foránea en su municipio, la más numerosa con diferencia, para que participen y no se queden al margen. Recuerdan que los residentes que lleven menos de 15 años fuera de su país pueden participar en el referéndum y se comprometen a ser totalmente neutrales y no recomendar el voto en ningún sentido .

Esta iniciativa partió de una moción socialista -en la oposición- respaldada por el resto de grupos políticos y la Corporación vota una declaración institucional expresando el sentir de que Benidorm prefiere que el Reino Unido siga perteneciendo a la UE.

Si Alicante es la tercera provincia española donde más casas compran los extranjeros, 26.863 en 2015, solo por detrás de Madrid y Barcelona, el mercado británico representa el mejor nicho de mercado para el sector, con el 21,34% del total, según datos de la asociación promotores alicantina Provía difundidos por la firma Century 21 .

En concreto, los compradores de esta nacionalidad formalizaron 4.800 transacciones y la demanda creció un 4,6% en ese último ejercicio. En el caso de Benidorm, el precio medio de la vivienda que se compra -en global, tanto por españoles como extranjeros- se situó en 182.400 euros , claramente por encima del valor que se registra en la capital, Alicante, de 145.736 euros.