Tras la Crida no viene la calma

La Crida también nos hace ver, con retrospectiva , cómo ha cambiado la fotografía política en la Comunitat Valenciana en los últimos 365 días . Pocos, por no decir ninguno, de los protagonistas de la fotografía de las Torres de Serranos del año pasado salen este. Es un buen ejemplo que indica que la política es totalmente cíclica y que nadie dura para siempre o es imprescindible .

La Crida también ha dado paso a la semana del Debate de Investidura del Gobierno de España , una situación nacional que también traslada a nuestra política autonómica conclusiones o disidencias dispares. Mientras el PSOE a nivel nacional cierra un acuerdo de gobierno con Ciudadanos, Compromís, que es el eje del gobierno de la Generalitat aunque no lo presida, cierra cualquier tipo de acuerdo con el PSOE a nivel nacional . No es muy coherente que digamos, ¿no?

El PSOE busca una imagen más centrada a nivel nacional cuando no la tiene , ni le interesa, tanto en los diferentes gobiernos autonómicos como en muchos ayuntamientos, como pueden ser los de Valencia o Madrid por ejemplo.

Lo mismo ocurre entre el PSOE y Podemos, donde se les llena la boca de hablar de gobiernos de cambio , de progreso o de izquierdas, pero como si de unos centros comerciales se tratara o de una subasta, siempre anteponiendo las sillas y los cargos y con quién se puede hablar y pactar y con quién está prohibido sentarse. Cheapeau por la nueva política de esas formaciones emergentes que tantas lecciones nos tenían que dar.

Hay una cosa que tanto el candidato a la investidura Sánchez como el propio Puig en el gobierno valenciano coinciden, y no es otra que la de no hablar ni sentarse para nada con el partido más votado en ambas elecciones . ¿Es significativo o más bien presupone una debilidad de unos gobiernos formados con el mínimo apoyo histórico?. Esta Crida 2016 da inicio a muchas fiestas parece…