La Comunidad Valenciana se reivindica como embajada de la alta cocina para rendir culto a la dieta mediterránea

El resultado de mezclar la tradición y la innovación ha posicionado a la Comunidad Valenciana como un destino capaz de satisfacer a los paladares más exigentes, en el que los restaurantes se convierten en «embajadas de nuestra mejor versión» para reivindicar la dieta mediterránea . Así definió este martes Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, el espíritu de la nueva campaña impulsada por la Confederación Empresarial de Hostelería (Conhostur) con la colaboración de la Generalitat.

'Comunitat Valenciana: destino gastronómico con estrella' busca promocionar la riqueza de sabores únicos que esconden la veintena de reconocimientos de la Guía Michelín y los cincuenta soles Repsol que aglutinan diferentes chefs valencianos. Un empujón más para la «remontada emocional» de un sector, apuntó Colomer, amenazado constantemente por el devenir de la pandemia.

Rodrigo, Díaz y Resino, acompañados de la sumiller Manuela Romeralo, fueron los representantes de toda una constelación formada por otros grandes nombres como Ricard Camarena, Quique Dacosta, Kiko Moya, Miguel Barreda, Alberto Ferruz o Luis Valls. Todos ellos, y muchos otros exponentes de la alta cocina, se darán cita el próximo 14 de diciembre en la Gala de la Guía Michelin España 2022 que acogerá el Paau de Les Arts de Valencia.

«Queremos transmitir que somos un destino con un alto valor añadido con nuestra gastronomía y queremos seguir impulsando y contribuyendo a que se valore nuestro sector. No solamente por nuestra contribución a la economía, sino también por mantener viva nuestra tradición , por lo que supone la conexión con nuestros productores, y por ser el sector que vertebra muchos otros sectores de nuestra comunidad» , señaló el presidente de Conhostur, Manuel Espinar.

Para la puesta de largo de la inciativa se eligió un enclave único: el Restaurante La Salita de Valencia . «El espacio que siempre soñé», en palabras de la anfitriona, Begoña Rodrigo, a quien estos «dos años de intensa confusión» han obligado a poner «puntos y a parte», sobre todo, en materia de conciliación laboral.

Esta antigua casa del siglo XVIII convertida en templo gastronómico con una estrella Michelín acoge ahora dos conceptos diferentes: La Salita abre de lunes a viernes, mientras los sábados y domingos se convierte en L’hort al Nú. Eso permite a los dos equipos responsables trabajar cuatro días a la semana .

«El tiempo es algo que se nos escapa entre los dedos», explica Rodrigo. «La pasión y el amor por lo que hacemos se multiplica por mil cuando podemos compaginarlo con el disfrute de los nuestros». Por ello, subraya la conocida chef, «es necesario ir ajustando los horarios, de la misma manera que es necesario que el cliente entienda el coste de nuestros servicios ».