Ciudadanos presenta menos de la mitad de listas que en 2019: «Volvemos a 2015»

Tras la reunión del Comité Permanente de CS celebrada este lunes, su portavoz política, Patricia Guasp, y su secretario general, Adrián Vázquez, han protagonizado una rueda de prensa conjunta a la que han querido imprimir cierto aire de victoria. Optimismo de cara a los comicios de mayo, donde aunque son conscientes de que las expectativas son bajísimas, con la mayoría de encuestas pronosticando su desaparición de los parlamentos autonómicos y de la mayoría de ayuntamientos de peso, también saben que esa misma perspectiva les permite encarar el desafío con poco que perder.

Si alguien puede arriesgar en la campaña que se avecina y dedicarse a hacer propuestas ambiciosas, ese es Ciudadanos. A la comparecencia asistían dirigentes destacados como Carlos Pérez-Nievas, Guillermo Díaz, Nacho Martín Blanco, Joan García, José Manuel Gil, Mamen Peris... Todos ellos, copa de cava en mano, han brindado después con el equipo técnico en una suerte de conjura para el reto que tiene el partido por delante: ahuyentar el fantasma de la extinción, resistir en la mayor parte de territorios posible y ser decisivos para la conformación de gobiernos.

Vázquez ha asegurado que este lunes es «un día muy importante» para los liberales y para la gente de centro. El secretario general de CS ha celebrado que «el ochenta por ciento de los españoles» podrá elegir el 28M «una papeleta naranja» que representa a un partido «que no se pliega a izquierda y a derecha» y que, donde gobierne, lo hará «a base de programa». Esa idea, la del pragmatismo, es una de las esencias que quiere recuperar la actual dirección del partido, tras abandonar el eje programático Albert Rivera en 2019 para vetar al PSOE en un intento de dar caza al PP, pescando en su caladero electoral.

Aquella apuesta salió mal y CS busca ahora la aguja en el pajar para zanjar las consecuencias que derivaron de todo aquello. «El nuevo CS hoy presenta nuevos candidatos a las doce comunidades autónomas y a todas las capitales de provincias, y alrededor de ochocientas listas en toda España», ha subrayado Vázquez. Los números están muy lejos de los de mayo del 2019, cuando el partido acababa de lograr 57 escaños en el Congreso, en el que es hasta ahora su mejor resultado histórico, pero son muy similares a los del 2015, en un contexto de descomposición desde noviembre del 2019, acelerado desde marzo del 2021 con la fallida moción de censura en la Región de Murcia.

«Le pese a quien le pese —ha dicho Guasp—, CS se va a presentar para reforzar y ensanchar el espacio de centro liberal». Aunque casi todas las encuestas siguen dejando fuera a CS en los parlamentos autonómicos y en los ayuntamientos más importantes, Vázquez ha subrayado que también se aprecia en ellas, desde diciembre, una «tendencia al alza» que achaca a las propuestas que está haciendo CS, sobre todo orientadas a las familias. El trabajo del Comité Permanente desde que resultó elegido en enero, ha reivindicado Vázquez, les permite ahora cumplir un objetivo autoimpuesto: «Repetir el número de listas que presentamos en 2015».

Fuentes de CS aseguran que el partido cuenta con cerca de 8.500 afiliados —en las primarias de enero el censo se cerró en 7.600 con derecho a voto— y garantizan que, desde enero, casi se han duplicado sus perspectivas electorales. Aunque admiten sus dificultades para entrar en ayuntamientos y comunidades autónomas, también destacan que serán «decisivos» en todos los lugares donde lo logren. La nueva dirección está dispuesta a llegar a acuerdos en base a su programa, pero advierte que no compartirá gobiernos con «populistas» —en alusión a Vox y a los partidos del entorno de Podemos— ni con nacionalistas.

Por ahora, CS prepara nuevas propuestas y el próximo 4 de mayo harán un gran anuncio en materia de natalidad, según fuentes de la dirección. «El nuevo Ciudadanos tiene una perspectiva distinta; no estamos en ningún bloque. Somos el partido de las familias, con medidas destinadas a personas de entre treinta y cuarenta años», resume un dirigente.

CS abrirá la campaña en Baleares, donde su portavoz política, Patricia Guasp, se presenta como candidata a presidenta del Gobierno autonómico, y la cerrará en Madrid, donde la actual vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, es una de las mayores esperanzas de los liberales. En el partido se cuidan mucho de no trasladar «expectativas irreales», pero apuntan algunos territorios donde se volcarán para movilizar el voto: Baleares, Aragón, Madrid, Murcia, Valencia, Asturias...

Las fuentes consultadas enumeran Alicante, Ciudad Real, Valencia, Córdoba y Madrid como capitales de provincia donde están más cerca de obtener representación, y hablan también del caso de la Región de Murcia, donde creen que están cerca de lograr representación y ser decisivos, en una comunidad donde su divorcio con el PP por la fallida moción de censura registrada junto al PSOE le costó a los liberales perder en una semana dos de sus entonces cuatro gobiernos regionales —el otro, el de la Comunidad de Madrid, como consecuencia del adelanto electoral de Isabel Díaz Ayuso (PP) para evitar un movimiento como el murciano—. «Estamos muy cerca en once territorios, en algunos incluso dentro», garantizan en CS, donde pelearán con todos sus activos por la solvencia de su proyecto.