Turismo «borroka»

¿Cómo es posible pinchar las ruedas de un autobús turístico, intimidar al conductor, amenazar a los viajeros y escapar sin ningún tipo de reacción policial? Se debería actuar legalmente contra el turismo «borroka» promoviendo una investigación policial en profundidad, y una vez estén identificados los autores, el ayuntamiento debería personarse como acusación particular contra los mismos.

Pero Colau, como alcaldesa, y Jaume Collboni (PSC), como responsable de promoción económica, tardaron 48 horas en informar de estos hechos, demostrando una actuación lamentable.

Por ello, el PP ha reclamado explicaciones y una comisión extraordinaria sobre esta cuestión, mientras el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, mantiene, al igual que la alcaldesa Colau, a la CUP como socio preferente, los mismos que a través de sus juventudes practican el turismo «borroka» en Barcelona.

Estos episodios proyectan una mala imagen de la ciudad y la perjudican. En primavera, ya se empezaron a detectar pintadas en los alrededores del parque Güell, que rezaban «tourist go home»; e incluso algunos hoteles, en el barrio Gótico y en el Poblenou, han sido atacados por grupos de radicales, que rechazan el turismo en la ciudad. Por eso, es necesario tomar medidas urgentes para que estos incidentes encabezados por las juventudes de la CUP no vuelvan a repetirse.

En Barcelona, el turismo es fundamental para la creación de empleo y generación de ingresos, y si este se ha convertido en un problema y no en una oportunidad, es por la equivocada gestión de Colau. Una actividad económica que genera empleo, con más de 14.000 puestos de trabajo en la ciudad, y representa el 14% del PIB de Barcelona.

En este sentido, reclamo un discurso pedagógico del turismo frente a la «turismofobia» que ha promovido el gobierno de Colau, junto a la CUP, en los últimos meses.

Además de implantar un plan de inspección, y acciones contundentes contra los alojamientos turísticos que generen molestias a los vecinos y en los barrios de Barcelona, también es necesario que se garantice la seguridad con acciones de los Mossos d’Esquadra. Por eso, pido al nuevo consejero de Interior, Joaquim Forn, que ponga a la policía al servicio de la gente y no de la independencia.

Alberto Fernández es presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona