Un «Trovatore» de gala con los Reyes en el Liceu

Nada menos que 19 funciones devuelven al Liceu una de las joyas del repertorio verdiano: «Il Trovatore» regresa después de 17 años al Gran Teatre en una nueva producción que firma Gilbert Deflo calificada por la soprano protagonista, Fiorenza Cedolins, como «zen» por su austeridad ... escenográfica. La ópera de Verdi sube al escenario liceísta a partir de mañana en una función de gala que celebra el décimo aniversario de la inauguración del nuevo Liceu y contará, como ya adelantara ABC, con la presencia de SM Los Reyes.

La popular ópera podrá verse en tres repartos diferentes, contando con algunos de los intérpretes más importantes de la actualidad: con Cedolins se alternarán como Leonora Krassimira Stoyanova y Maria Pia Piscitelli; en el papel del Trovador Marco Berti comparte la responsabilidad con Alfred Kim y Giuseppe Gipali, mientras que en el papel de Azucena se lo reparten Luciana D´Intino, Irina Mishura y Elena Manistina. Reconocida como una de la joyas de la trilogía romántica verdiana, «Il Trovatore» llegará en su versión íntegra -salvo por la repetición de las «cabalet-te»-, según reconoció Marco Armiliato, quien estará a cargo de la vertiente musical del espectáculo.

Fiorenza Cedolins, quien ya ha cantado en 17 producciones diferentes de este título, «desde montajes de Zefirelli a Moshinsky», afirmó que esta coproducción del Liceu con el Capitole de Toulouse, la Ópera de Oviedo y el flamante teatro La Llotja de Lleida -al que llegará en dos funciones en enero inaugurando ese escenario- «es completamente diferente a las otras que he cantado, siempre muy detallistas. Esta es casi abstracta, «zen» y me ha exigido un trabajo diferente, una búsqueda nueva, porque no queda nada de los clichés típicos que inundan las producciones de Trovatore. El problema es que todo recae sobre nuestras espaldas».

Teatro épico

La mezzo Luciana D´Intino confesó que su primer encuentro con Deflo fue «un desencuentro», ya que el director de escena ha querido centrarse en lo simbólico en lugar de optar por una narración tradicional. ««Trovatore» es un drama histórico que no tiene nada de histórico; he optado por narrarlo como si fuera teatro épico. La producción se basa en la relación que hemos creado entre los actores; he buscado una armonía en ello, porque el escenario está vacío. Buscamos un lenguaje de símbolos teatrales y, en el fondo, expongo diferentes versiones de la luna y el sol. Yo la considero como la última forma de la tragedia griega».

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