Golpe histórico al narcotráfico con la mayor aprehensión de droga sintética en España

Casi un año de pesquisas ha culminado con la detención de once individuos de diferentes nacionalidades (españoles, holandeses, rumanos, colombianos e italianos), incluyendo al jefe de la organización, según han informado este viernes ambos cuerpos policiales en una rueda de prensa telemática. De ellos, ocho de los miembros de la banda han ingresado ya en prisión.

Los agentes han intervenido en el operativo, bautizado como «Latrans-Girasol-Muhlberg», un total de 827.000 pastillas de MDMA, 76 kilos de sulfato de anfetamina, 39,5 kilos de cristal, 217 litros de anfetamina líquida, 310 kilos de hachís, 89 de marihuana, 2.000 dosis de LSD y 1,65 kilos de cocaína rosa. De todo el material incautado los investigadores destacan los 217 litros de anfetamina líquida: de haberse procesado como planeaba la banda hubieran podido producir unos 738 kilos de «speed» .

La organización criminal tenía su «sede» principal en Barcelona , donde disponía de dos laboratorios clandestinos y allí almacenaba también la droga, que procedía de Holanda para luego distribuirla por toda la geografía española. Aunque en los dos laboratorios se manufacturaba la droga, uno se dedicaba más a la producción y el otro más al almacenamiento.

El «modus operandi» de la banda era complejo: importaba la droga sintética de Holanda -tanto pastillas de MDMA como anfetamina líquida para su fabricación en Barcelona- y para financiar estas adquisiciones enviaban desde la capital catalana y Málaga grandes cantidades de hachís y marihuana para venderla en Holanda y Reino Unido.

El hachís y la marihuana la transportaban en transformadores eléctricos trifásicos manipulados, camuflada bajo la apariencia de mercancía lícita con coches clásicos. Disponían en su interior de un doble fondo con capacidad para trasladar cientos de kilos de droga por viaje. Una vez que los fardos de hachís y marihuana se entregaban, aprovechaban el viaje de vuelta de esos mismos transformadores para transportar a España la droga sintética .

Luego, en los dos laboratorios catalanes, los conocidos como «cocineros», a partir de las sustancias importadas obtenían la droga final: sulfato de anfetamina «speed», metanfetamina y MDMA. Posteriormente, desde tres viviendas que la banda tenía en Barcelona, Málaga e Ibiza, a modo de centros logísticos, distribuían la droga por todo el territorio español en coches de alquiler y vehículos de doble fondo. Para comunicarse usaban móviles con mensajería cifrada.

La operación fue compleja, según han reconocido en rueda de prensa los responsables de ambos cuerpos. Tras casi un año de pesquisas de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional y de la Guardia Civil -conformaron un equipo conjunto- la desarticulación del entramado se desarrolló en tres fases diferenciadas.

El pasado mes de octubre, los agentes desarticularon los dos laboratorios barceloneses , interviniendo buena parte de las sustancias. Un mes más tarde, pudieron desmantelar el sistema de transporte de marihuana y hachís a Holanda , con el que la organización sufragaba la adquisición de la droga sintética. Detuvieron a un miembro de la banda y descubrieron que planeaban trasladarse a Málaga. En la ciudad andaluza luego se detectó un posible envío de un camión con droga a Holanda. Los agentes monotorizaron la ruta del vehículo hasta la frontera de Irún con Francia : allí, se le dio el alto descubriendo que transportaba dos coches clásicos además de dos tranformadores eléctricos trifásicos con un doble fondo que ocultaba 310 kilos de hachís en fardos y 89 de marihuana, envasada al vacío.

La última fase de la operación se desarrolló a finales de noviembre, con diez registros (cinco de ellos simultáneos) en las provincias de Málaga, Barcelona e Ibiza . En estas intervenciones detuvieron a nueve individuos -todos del escalafón intermedio de la banda- y al responsable de la organización, un ciudadano holandés .

Además de desmantelarse el principal almacén de droga que tenían en Barcelona, en esta fase i ntervinieron dos armas de fuego, dos granadas de mortero, un machete, ordenadores, los teléfonos con el sistema de mensajería encriptado, así como un barco y dos motos de agua. Los agentes bloquearon 23 cuentas bancarias vinculadas a todos los miembros de la organización detenidos.