La Perona

La repetición de la historia a la manera de Mark Twain no es una broma. Las similitudes entre el ayer y el hoy existen. Algunos ejemplos: tal como ocurría en la España franquista, hoy, Barcelona, se distingue también por la emergencia habitacional, por la miseria de un número indeterminado de gente, por la delincuencia y por la migración. Una diferencia: Eva Perón viajó entonces a España/Barcelona con miles de toneladas de trigo, maíz y harina para repartir entre los pobres. Ni Salvador Illa ni Jaume Collboni reparten sacos. Cierto: Caritas y la Gran Recapte ocupan su lugar. Vale decir que, como pasaba durante el franquismo, La Perona no era la única concentración de chabolas en Barcelona.

Otra diferencia: si los chabolistas de La Perona franquista fueron trasladados, en los ochenta del siglo pasado –las Olimpiadas y el embellecimiento general de Barcelona-, a diversos barrios de la ciudad; hoy, los chabolistas se trasladan por sí mismos a otros campamentos de la miseria cuando los expulsan. Y ahí quedan por un tiempo ilimitado.

Las fotografías que, al respecto, evidencian la miseria franquista se encuentran en el Archivo Fotográfico de Barcelona. No ocurre lo mismo con la miseria de nuestros días. Será que no existe.