La Generalitat, con ayuda del Gobierno, monitorizará los posibles discursos de odio que se produzcan en internet

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El Gobierno y las redes sociales crearán un grupo de trabajo para frenar los mensajes de odio

Rodrigo Alonso

Este sistema compartido de monitorización, según informa Ep, permitirá detectar y analizar mensajes racistas, xenófobos y discriminatorios en internet, se intercambiarán conocimientos y buenas prácticas entre administraciones públicas para el combate de este tipo de discursos y se mantendrá una «coordinación estable» para mejorar la respuesta que se da desde los poderes públicos.

El Govern reforzará su capacidad de producir datos propios y analizar el fenómeno con «herramientas avanzadas y reconocidas a nivel europeo» y seguir perfiles que puedan estar cometiendo delitos de tipo penal o que puedan acarrear sanciones administrativas a través de la Oficina de Igualdad de Trato y No Discriminación.

En su intervención, Saiz ha señalado que se abre una etapa de colaboración entre ambas instituciones, ha confiado en que se convierta en «un espejo en el que se miren otros territorios» de España y ha destacado la capacidad de acogida de Cataluña. «Aproximadamente, uno de cada seis de vuestros vecinos procede de otro país. Esta diversidad no es un desafío, es un activo estratégico», ha dicho, y ha valorado que la convivencia se rompe cuando el odio se transmite también en el ámbito digital.

La ministra ha lamentado la lentitud de algunas plataformas digitales -sin citar sus nombres- a la hora de retirar contenidos tras una denuncia y ha citado las consecuencias que pueden tener los discursos de odio en la vida real, en referencia a los episodios de julio en Torre Pacheco (Murcia). «No puede pasar una semana desde el reporte a la plataforma hasta que se elimina el contenido. Porque lo que pasa en las redes sociales tiene su traslación en la vida real. Como hemos visto en Torre Pacheco, nunca puede volver a repetirse un Torre Pacheco», ha concretado.

Por su parte, Illa ha alertado del viraje preocupante de las redes sociales desde su surgimiento hasta la actualidad: «Hace 20 años, quizá pecamos de ingenuidad y no nos dimos cuenta de lo que venía, o no nos hicimos las preguntas que hoy tenemos el deber de hacernos. ¿Quién está detrás de las redes sociales? ¿Qué intereses económicos hay?». Y ha dicho que no se debe tolerar que se ponga en peligro la convivencia, la democracia y el respeto también en las redes sociales, y ha criticado el papel de los algoritmos en condicionar y promocionar ciertos contenidos de odio.

Según Illa, el odio no es un concepto abstracto, sino que tiene consecuencias reales y devastadoras: «Si no aceptamos que alguien nos insulte o nos agreda, ¿podemos aceptar el insulto y la agresión a las redes sociales?». En esta línea, el presidente autonómico ha indicado que personas que han lanzado mensajes de odio, agresión y mentiras en las redes sociales siguen haciéndolo impunemente y, por ello, ha abogado porque estos mensajes tengan consecuencias: «Quien la hace la paga en los barrios, en la calle y por supuesto también en las redes».