PSOE y Vox, en plena «espiral»
El nivel de enfrentamiento de los dos partidos dispara la tensión en las Cortes de Castilla y León, al tiempo que afloran ataques y amenazas de ciudadanos a políticos
Pollán acusa a Tudanca de usar las Cortes para un mitin político
Valladolid
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Iniciar sesiónCarlos Menéndez, portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León: «Nos han llamado fascistas, termitas, nazis y cochinos; hacen el mismo discurso que EH Bildu». Luis Tudanca, portavoz del PSOE: «Sufrimos amenazas, coacciones, insultos, agresiones, se manifiestan frente a nuestras sedes...». ... Así se resume el último enfrentamiento directo de PSOE y Vox en las Cortes de Castilla y León. Ocurrió en la última semana y se saldó con la petición de los de Abascal a la Mesa del Parlamento de la dimisión de la vicepresidenta segunda,Ana Sánchez, por acusarles de «hechos delictivos». Como añadido, preguntarán a la Delegación del Gobierno las razones por las que se puso escolta a su familia cuando altos cargos de Vox también han solicitado protección por amenazas de muerte y no fue concedida.
La escalada dialéctica entre las dos formaciones se ha recrudecido tras la agresión al presidente del Consejo Comarcal del Bierzo y exalcalde de Ponferrada, el socialista Ole3gario Ramón, que en el PSOE consideran que ha sido alentada por las actitudes de Vox. Todos los partidos condenaron lo sucedido (incluido Vox), pero fueron inevitables los ataques dialécticos en el escenario que más los fomenta, la red social X, antes twitter. Más aún después de que procuradores de Vox, incluido el presidente de la Cámara, Carlos Pollán, fueran insultados durante su participación en un mitin en Getxo (Vizcaya). Este último llegó a sugerir a los socialistas que, ante las dudas que tenían sobre lo ocurrido, le acompañasen en cualquier acto en el País Vasco.
A la agresión de Olegario Ramón siguieron las pintadas con descalificaciones aparecidas cerca de domicilio de la eurodiputada socialista Iratxe García, que también denunció que le habían pinchado las cuatro ruedas de su coche. «No podemos permitir que siga esta espiral» señaló Tudanca, para quien «la crispación de un solo lado campa a sus anchas» y su partido es «la garantía» para que «eso no llegue a unos límites que ya no se puedan parar». Días antes Ana Sánchez, que acusó a los de Abascal de «lloriquear en twitter», dijo que su familia «ha tenido que ir al cole con escolta» y pidió a los medios que, si saben «qué haters de Vox con pseudónimo son procuradores, faciliten la información». Como respuesta, Carlos Menéndez anunció que su formación estudia llevar a los tribunales dichas acusaciones. Y Tudanca remató: «Vox actúa conforme al principio de la transposición de la propaganda nazi de Goebbels», según el cual «cargan sobre el adversario los propios errores y responden al ataque con el ataque».
PSOE y Vox se culpan de «llevar el clima de crispación a las calles»
I. JimenoTudanca incluye al PP como «cómplice» por «consentir» el «enfrentamiento» y García-Gallardo replica: «No vamos a aceptar la superioridad moral de la izquierda que nos trata de decir que nosotros somos culpables»
Último episodio de un suma y sigue entre las dos formaciones políticas que arrancó en la misma sesión constitutiva de las Cortes de Castilla y León aquel 10 de marzo de 2022, que ya anunciaba una legislatura tensionada marcada por la crispación política, aunque pocos imaginaban que podría alcanzar el nivel actual. La inédita imagen de tres parlamentarios del PSOE negando el saludo al recién elegido presidente de las Cortes no hacía presagiar nada bueno. Hoy, cuando se ha superado el ecuador del mandato, la Cámara castellano y leonesa está completamente polarizada, con los dos socios de gobierno (PP y Vox) y los grupos de la oposición enfrentados. Quedan fuera de esta escalada los partidos localistas o regionalistas (Unión del Pueblo Leonés, Soria ¡Ya! y Por Ávila), que ven los toros desde la barrera y se mantienen como espectadores de un pim-pam-pum que a veces les salpica, por mucho que intenten seguir la linde que marcan sus intereses provinciales.
La entrada de Vox en las Cortes autonómicas con trece parlamentarios –gracias a los más de 212.000 votos de castellano y leoneses– y la posterior formación de Gobierno autonómico mediante el acuerdo con el PP fue desde el minuto uno considerada por el PSOE como una afrenta a esta tierra. «Tengo un nudo en el estómago», confesó Luis Tudanca en su primera comparecencia tras hacerse efectivo un pacto que tachó de «infamia» porque «la extrema derecha vuelve a gobernar en España 40 años después».
En el otro lado, Vox dejó claro desde el primer momento que su objetivo pasaba por llevar sus principios ideológicos a la gestión del Gobierno, así que el choque de trenes estaba asegurado. Planteamientos completamente opuestos a los que defienden los socialistas en materias como la violencia de género, la inmigración, la natalidad, la patria o la Memoria Histórica que han devenido en tensos debates en el hemiciclo y, sobre todo, en una escalada de crispación en la que los insultos como 'fascista' o 'traidor' se lanzan de una bancada a otra en los plenos.
Con la legislatura recién comenzada, el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, que ha protagonizado buena parte de las polémicas y contra el que han ido la mayoría de los ataques, tachó de «banda criminal» al PSOE, lo que originó su primera petición de reprobación, que no salió adelante gracias al la mayoría PP-Vox. La iniciativa se repitió con su alusión –malinterpretada, según señaló– a la procuradora de socialista Noelia Frutos, que sufre una discapacidad, a la que dijo que trataría «como si fuese una persona como todas las demás». La tercera reprobación llegó por el vídeo a las puertas del Balneario de Medina del Campo tras la llegada de inmigrantes a los que se refirió como «jóvenes, varones, en edad militar que generan sensación de inseguridad en el pueblo».
Concentraciones en las sedes del PSOE
Elevó aún más la 'espiral' de crispación las concentraciones que, a finales de 2023, realizaron dirigentes de Vox en la Comunidad, entre ellos García-Gallardo y el consejero de Industria, Mariano Veganzones, con proclamas contra Sánchez, Tudanca, la inmigración o la prensa. Todo se trasladó al hemiciclo, donde los socialistas respondieron: «Si hablan como fascistas y se comportan como fascistas, son fascistas y no pueden estar en las instituciones».
Otro momento de máxima tensión se vivió en el hemiciclo cuando, desde la bancada del PSOE, se culpó al vicepresidente de la Junta de realizar gestos obscenos a dos de sus procuradoras, hecho que el aludido negó argumentando que hacía la señal de llorar. Recientemente, la proposición de ley de Concordia, presentada por PP y Vox, que incorpora el periodo de la Segunda República y obvia la palabra 'dictadura', ha encendido más los ánimos de los socialistas, que han prometido que harán lo posible para que no salga adelante como, afirman, hicieron con el llamado «protocolo antiabortista» que anunció el propio Gallardo y que se quedó en el limbo.
La semana ha concluido con un vídeo en redes con el hashtag 'Tudantegui', firmado por 'Vox Cortes Castilla y León'. En él se apunta que «la mayor aportación» de Luis Tudanca y el PSOE de la Comunidad está en «haber traído a Castilla y León el discurso de sus socios de Bildu». Lo dicho, un suma y sigue.
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