Las llamas dejan un «paisaje negro» en la Sierra de Francia
Las llamas mantienen desalojado Monsagro y llegan al término municipal de Serradilla del Llano
Corte de carretera en el termino municipal de Serradilla del Llano ante la cercanía de las llamas del incendio forestal declarado en el Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia
El fuego sigue devorando la salmantina Sierra de Francia, donde entró desde Cáceres por Las Hurdes. Si el martes fue necesario desalojar el municipio de Monsagro ante la cercanía de las llamas y, sobre todo, por el denso humo, ayer la preocupación estaba en ... la localidad de Serradilla del Llano que durante toda la tarde pudo comprobar como el frente continuaba avanzando hacia el término municipal.
Su alcalde, Fermín Mangas, confía en que no sea necesario el traslado de sus 160 habitantes. «No creo que llegue, hay un río por medio y después muchos kilómetros sin árboles», señaló a ABC. Reconoció, no obstante, que nada es imposible porque la situación era «muy complicada» y ayer por la tarde estaba «descontrolada». De momento, no se ha requerido la evacuación, pese a que la noche no ha sido fácil.
El alcalde describió su preocupación y la de todos los vecinos porque «aunque estamos acostumbrados a que todos los años haya incendios, este es muy grande». Y después, lamentó, vendrá la desolación al comprobar la negrura de una Sierra de Francia en la que el turismo es uno de sus principales activos. «El paisaje negro no viene bien, se están quemando pinos que tardan 30 años en crecer», afirmó.
Mientras, el municipio salmantino de Ciudad Rodrigo acoge a más de 60 personas que han sido desalojadas de zonas afectadas por el incendio en la zona Las Hurdes, en Cáceres, y Monsagro (Salamanca), que se encuentran atendidos en un albergue y un centro educativo, tranquilos, agradecidos con la atención recibida, pero también críticos con la gestión del monte, pues creen que una mejor prevención habría evitado consecuencias como los desalojos.
Una treintena de vecinos de la localidad salmantina pasaron la noche del martes en las instalaciones de la Escuela de Idiomas, donde se quedó a dormir con ellos el alcalde del municipio, Marcos Iglesias (PP). De hecho, la gran mayoría manifestaron su agradecimiento y satisfacción con el trato, informa Ep. Incluso en la mañana de ayer muchos de ellos pudieron realizar una visita turística por la villa mirobrigense.
Una de las realojadas es Andrea Vila, una joven berciana trabajadora del Centro de Interpretación de los Mares Antiguos de Monsagro, quien reconoció que la salida fue «un poco dura» especialmente para las personas «nacidas en el municipio y que han vivido toda su vida» en el pueblo.
Vila aseguró que la «mala gestión» del monte ha provocado que el incendio haya avanzado más y haya sido necesario desalojar Monsagro. «Creo que no hay que llegar a esos extremos de tener que llegar a desalojar un municipio. Habría que incentivar mucho más la conservación y la prevención de incendios antes de que ocurra este tipo de cosas», lamentó esta joven.
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